Una falla de la Vall invita a humanos y perros a correr

Nadie reprocharía que las comisiones falleras se limitaran a hacer cosas de falleros. Es lo suyo, lo habitual, lo tradicional. Pero como lo típico y convencional no está reñido con la imaginación y la innovación, de un tiempo a esta parte, en la Vall, las comisiones josefinas parecen comprometidas a la hora de demostrar que cualquier propuesta encaja si se organiza con ganas porque saben que eso significa abrir su fiesta a más gente.

Entre petardos, montaje de carpas y preparativos de la plantà, en la Vall se ha realizado este sábado una actividad inédita en el municipio, un canicross. Ha sido gracias a la falla Sud-oest, que ha reunido a prácticamente un centenar de perros y sus propietarios dispuestos a compartir una tarde tan competitiva como solidaria.

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Entre los participantes ha habido atletas, tanto humanos como perrunos, pero también personas que solo querían pasar un buen rato con sus mascotas y compartir la experiencia con otras personas que sienten la misma vinculación que ellas con los animales.

«Ha sido muy emocionante»

Entre los que se dedicaron a darlo todo, ha destacado la participación de Pedro Segrelles y Paula Lorente, que con sus respectivos acompañantes caninos han cruzado en primer lugar la meta, pero igual de significativa ha sido la participación de quienes han realizado la marcha a pie por el mismo recorrido. Un paseo por el entorno del Paraje de Sant Josep hasta llegar a la avenida Suroeste, donde se encuentra el casal fallero de la comisión organizadora, desde donde han remarcado que el balance, además de positivo por la alta participación en su primera convocatoria, «ha sido muy emocionante».

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Al final, la falla ha conseguido su propósito: abrir la fiesta, compartirla con quien ha querido acompañarles y reivindicar el respeto por quienes se han ganado a pulso a lo largo de la historia el apelativo de «mejor amigo del hombre». Amor con amor se paga. Así ha sido, una vez más.