El inicio del proyecto se remonta a hace más de dos décadas

Avanzan a buen ritmo las obras de la iglesia inacabada de Benicàssim

Los trabajos están a pleno rendimiento y se prevé que terminarán antes de acabar el año

La parroquia crea perfiles en redes sociales para seguir la evolución de las tareas

Los trabajos avanzan para llevar a cabo el cerramiento de toda la fachada.

Los trabajos avanzan para llevar a cabo el cerramiento de toda la fachada. / Eva Bellido

Las obras para finalizar la iglesia de San Juan Pablo II, después de más de 20 años paralizadas, ya son una realidad en Benicàssim. El párroco local, Luis Oliver, visitó este martes los trabajos, junto al gerente de la constructora adjudicataria, Restore, Edificaciones y Proyectos, Héctor Persiva. Las tareas están a pleno rendimiento, tras haber empezado con las primeras acciones a finales de noviembre y el breve paréntesis con motivo de la Navidad.

Esta primera fase del proyecto para la conclusión del templo, situado en la entrada del municipio, frente a la plaza de Les Corts Valencianes, cuenta con un presupuesto de alrededor de 800.000 euros y un plazo de ejecución de ocho meses, por lo que se estima que terminarán después del verano, antes de finalizar el 2024. Las actuaciones se centran en el cerramiento del edificio religioso.

«Lo primero que hemos hecho ha sido instalar todas las medidas de seguridad colectiva, como vallas y medidas de protección de acceso a cubierta, todos los perímetros y torres campanario», según explica Persiva. Además, ya han realizado las pequeñas demoliciones que estaban previstas para preparar el espacio cara a poder empezar las fases de albañilería, indica el gerente de la constructora.

Y los operarios empiezan con los cerramientos de las torres de la fachada principal y el replanteo de todo el despiece de fachada, «que es un poco complejo», puntualiza el propio gerente. 

El párroco, en una visita de obra acompañado del gerente de la constructora.

El párroco, en una visita de obra acompañado del gerente de la constructora. / Eva Bellido

En las semanas próximas colocarán los medios auxiliares, como andamiajes de fachada, «para cuando termine el replanteo poder iniciar esa fase de cerramientos en toda la dimensión de la fachada», concluye Persiva.

Mayor capacidad

Por su parte, Oliver mostró su satisfacción por ver «por fin» retomar estas obras para la finalización de este templo, de mucha mayor capacidad y cuyas intervenciones se iniciaron en el 1996, con la colocación de la primera piedra, pero se interrumpieron en el 2001, dejando este gigantesco esqueleto sin acabar.

Luis Oliver lleva muchos años reivindicando la importancia de terminar esta iglesia, ya que la otra del casco urbano, la de Santo Tomás, se queda pequeña durante todo el año y especialmente en verano, cuando la población del municipio se multiplica con creces.

La hoja de ruta ha sido adaptada a la actualidad y está promovida por el obispado de Segorbe-Castellón. Contempla una segunda fase, que abarca el interior, con una inversión de 700.000 euros.

El párroco agradece el feed back tan positivo que está recibiendo de los vecinos, «que están muy ilusionados», y anima a seguir la evolución de las obras a través de las nuevas redes sociales del templo en Instagram y Facebook, «para acercar este proyecto a las casas y a todos los benicenses».