Tambors de la Passió de Almassora revalida su premio nacional en Híjar
Consiguen el primer puesto del certamen en las tres categorías que se convocan
En 24 años el grupo castellonense ha ganado 9 veces y 6 han quedado segundos
This browser does not support the video element.
Este domingo ha vuelto a suceder. La Associació Tambors de la Passió de Almassora se ha impuesto y sus integrantes han revalidado su condición de campeones en el Concurso Nacional de Tambores y Bombos que convoca anualmente el municipio turolense de Híjar dentro de la programación de la Ruta del Tambor y la Semana Santa en tierras aragonesas.
Relacionadas
Después de haber conseguido el primer puesto en nueve ocasiones y el segundo otras seis veces durante los 24 años en los que la entidad castellonense ha participado en este evento cultural, el nombre de Almassora es sinónimo de calidad y son el espejo en el que se miran otras agrupaciones que aspiran a desbancarles.
Un referente
Explica el presidente de la asociación y director de la sección de tambores de la Germandat del Crist del Calvari, Damián Aguilella, que «cada vez es más difícil, cuesta más innovar e impactar, y por eso le damos más valor a la victoria, este año he visto mucho nivel». Y su experiencia en este certamen le otorga un buen criterio. Tanto es así que este fin de semana, a título individual, Aguilella ha sido reconocido con el premio Repercusión 2024.
En conjunto, Almassora vuelve a casa con cuatro premios, el que ha recibido su presidente, el infantil, el juvenil y el absoluto, «somos la única entidad que participamos en todas las categorías». Hasta Híjar han viajado 150 músicos, que junto a los acompañantes ha supuesto una comitiva integrada por unas 300 personas.
Temas
Más en Comarcas
-
La 'frontera' de pesca de Cataluña provoca ya sanciones a dos barcos de Castellón: "Invaden nuestras aguas"
-
Agua de Benassal plantea un ERTE por fuerza mayor a causa de la sequía
-
Un pueblo bonito de Castellón atraerá a moteros de toda España en la reunión anual de trikeros
-
Nules ve la pérdida de la bandera azul como un «castigo» de Costas