La agenda valenciana seguirá bajo la gestión de las ministras Montero y Ribera

La continuidad de las titulares de Hacienda y Transición Ecológica se da por segura y tendrán que hacer frente a la reforma de la financiación o la ampliación del Puerto de València

Ambas llevan desde 2018 en sus cargos en el Gobierno

Las ministras Ribera y Montero

Las ministras Ribera y Montero / E.P.

D. A. San José / M.L. Belarte

Agenda valenciana es uno de esos tantos significantes vacíos utilizados en política. Su contenido es, seguramente, desconocido para los viandantes de las calles Alcalá y de la plaza San Juan de la Cruz de Madrid. Pero no en los despachos de los ministerios de Hacienda y Transición Ecológica situados en ellas. En estas dependencias palabras como financiación, corredor, agua, deuda o puerto, dichas con vinculación valenciana, resuenan con familiaridad y, si no, que se lo digan a sus máximas representantes. 

Pese al secretismo, nadie duda que en el nuevo Gobierno hay dos nombres que seguirán: los de María Jesús Montero y Teresa Ribera al frente de Hacienda y Transición Ecológica, con todo lo que implica para la Comunitat Valenciana. Ambas conocen ampliamente las reivindicaciones valencianas, ahora bien, si la reforma del modelo de financiación autonómica, el trasvase Tajo-Segura o la ampliación del puerto de València continúan en el debate es por su falta de resolución en cinco años

En este tiempo, las máximas responsables han sido siempre Montero y Ribera quienes, sin embargo, han mostrado diferente sensibilidad respecto a estos. La mayor tensión ha sido con la ministra de Transición Ecológica por la fijación de los caudales ecológicos del Tajo y el recorte al trasvase al Segura. Ni las ayudas al agua desalada evitaron el malestar. La continuidad de la ministra supondrá un aval a este planteamiento y el Gobierno valenciano, ahora con el PP al frente, hará de esta cuestión una batalla política. 

El otro asunto que toca la puerta del despacho de Ribera es la ampliación del Puerto de València. Los socialistas se han mostrado favorables a ello frente al rechazo de Compromís y Sumar. Su departamento emitió un informe «favorable con condiciones» a la obra. Ese melón se deberá resolver esta legislatura con Ribera como titular del departamento junto a otros temas como los deslindes en la costa valenciana. 

Relación con vaivenes

Más sintonía en la teoría hay con María Jesús Montero por su pasado en la Junta de Andalucía, una autonomía con problemas de financiación similares. Si hechos son amores, la relación entre la Generalitat y el ministerio que dirige la sevillana ha sido más bien de amigos con derecho. No hay cambio del sistema, pero sí un incremento de las transferencias y se dotaron fondos extra para hacer frente a la pandemIa. 

También hubo sobre la mesa un borrador para un nuevo modelo de reparto que no convenció a la Comunitat Valenciana. Sin cambios a la vista, la también vicesecretaria general del PSOE será la encargada de diseñar el nuevo sistema de reparto y de fijar la estrategia de condonación de la deuda a las autonomías. Esta quita está encima de la mesa por el pacto con ERC para Cataluña y se prevé extender al resto de autonomías. 

Agenda valenciana son también infraestructuras como el corredor mediterráneo o las Cercanías. Estas dependen del Ministerio de Transportes, hoy dirigido por Raquel Sánchez, con un futuro mucho menos claro en el Ejecutivo. Su filiación al PSC ayuda al fomento de la España periférica y se ha notado en la ejecución de la vía férrea mediterránea, aunque persisten los déficits. 

Siguen las cábalas

Destacada importancia tendrá para las autonomías quién dirija el Ministerio de Política Territorial. Es una de las carteras para las que ha sonado el valenciano Ximo Puig, quien ha insistido en los últimos años en la descentralización del Estado. Su nombre continúa en las quinielas, igual que muchas miradas en la federación socialista valenciana siguen fijas en los teléfonos móviles, esperando la llamada de la Moncloa. 

La composición del Gobierno va más lenta de lo esperado. Nada sale del despacho presidencial y las cábalas continúan. En esta ocasión, no hay carrusel de filtraciones. El citado Puig, la continuidad de la ministra Diana Morant, el salto a Madrid de la exconsellera Gabriela Bravo o de Arcadi España, el regreso de José Luis Ábalos o alguna sorpresa como en su día fue la de la entonces alcaldesa de Gandia son algunas de las especulaciones que sazonan la espera. 

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