Surgen cuentas falsas para captar dinero de donaciones a los afectados del incendio de València

La asociación de vecinos del barrio pide que los donativos se hagan en este enlace y reivindican que no se transfiera dinero a ningún bizum, ya que muchos no tienen nada que ver con la tragedia

Los supervivientes del incendio se enfrentan a su nueva situación

Gonzalo Sánchez

La tragedia del incendio de València, con 10 muertos y cientos de personas que lo han perdido todo, ha despertado lo mejor del barrio de Campanar, pero también la aparición de decenas de cuentas falsas que nada tienen que ver con el incendio y tratan de aprovecharse de la solidaridad de las personas captando dinero de donaciones.

Muchas de ellas ya acumulan decenas de miles de euros en donaciones a través de internet, y han surgido incluso números de teléfono para realizar bizums que también son falsos. Así lo explica el presidente de la asociación de vecinos de Campanar, que está denunciando algunas de las cuentas y pide a la gente que se cerciore bien de dónde está donando su dinero.

Es posible colaborar con la recogida de fondos oficial de la asociación de vecinos de Campanar en este enlace. Algunas de las cuentas que circulan por internet se hacen pasar incluso por vecinos afectados de la finca de la calle Maestro Rodrigo.

Otro de los enlaces seguros es el de las comisiones falleras de Campanar, que han recaudado más de 100.000 euros en dos días y han mandado un escrito por registro de entrada al ayuntamiento para hacérselo llegar a inquilinos y propietarios afectados por el incendio. Se puede colaborar en este enlace.

Esta recogida de fondos está organizada por la Asociación de Jóvenes de Campanar, la Asociación de Vecinos de Campanar y la Taula per la Partida y lleva activa desde el día posterior a la catástrofe. Pep Benlloch, presidente de la asociación, pide que se deje de donar ropa, ya que hay más que suficiente para cubrir las necesidades de las familias.

Avalancha de ropa

El primer día de la tragedia las asociaciones reclamaron ropa y calzado para que las familias pudieran salir del paso, pero la respuesta fue tal que desbordó todos los centros de almacenamiento, que tuvieron que cerrar la persiana al día siguiente al no poder gestionar tantas donaciones. La falla Maestro Rodrigo, los scouts, la asociación de vecinos, o la parroquia, tuvieron que pedir a través de redes sociales que nadie trajera más enseres para ayudar ya que no sabían qué hacer con ellos.

Para Benlloch, la mejor forma de ayudar ahora mismo es con una aportación económica a los afectados por el incendio que han perdido sus viviendas pero tendrán que seguir pagando la hipoteca. La ayuda de los primeros días fue muy importante, pero ahora se ha pasado a otro plano y las familias tienen otras necesidades.

La falla Maestro Rodrigo, de hecho, llenó 15 camiones y varias furgonetas de ropa en un par de días, y ya está en contacto con entidades para donarla y que vaya destinada a otras causas sociales, ya que las necesidades de los vecinos están cubiertas en ese sentido. "Tenemos ropa y comida para un pueblo entero", explicaban ayer en la comisión, a la par que agradecían que la gente se haya volcado tanto.

Solidaridad colateral

El local de Valientes fue el primero en habilitarse para las donaciones de gente del barrio, y también el primero en cerrar y derivar a las personas que querían donar a otros locales. Según cuentan fuentes del local, recibieron donaciones de todos los puntos de España: "Vinieron dos mujeres, una de Madrid y otra de Ávila, con un montón de cajas llenas de ropa", explican.

La acumulación de donaciones ha provocado que fallas, scouts, locales y asociaciones de vecinos estén llamando a otras entidades sociales para donar la ropa sobrante a otras causas. La asociación de vecinos de Campanar, por ejemplo, ha donado los enseres a Cáritas.

El grupo de scouts Seeonee también está en contacto con asociaciones, y mucha de la ropa que han recopilado se donará a las personas sin hogar que viven bajo los puentes del río en València, muchas de ellas migrantes que trabajan de temporeros en el campo. Los scouts afirman que están buscando más pequeñas asociaciones para donar la ropa sobrante.

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