Aseis jornadas del final, el Castellón ya está matemáticamente clasificado para disputar la liguilla de ascenso y es virtual campeón del grupo III de 2ª B. Después de 30 partidos de imbatibilidad, el equipo de los récords empieza a generar algunas dudas por dos derrotas consecutivas, cuando en ambos compromisos no le iba mucho más que aquello tan quijotesco del honor. Se podría decir que los albinegros son víctimas de sus propios éxitos.

Al Castellón le ha llegado el bache que cualquier equipo sufre a lo largo de un campeonato en el tramo final, pero todavía con el tiempo necesario para despegar hacia la fase de ascenso y llegar a pleno rendimiento. El capitán Javi Sanchis reconoce hoy en Mediterráneo que el equipo pasa por un bajón físico y no anda demasiado sobrado de fuerzas. Una de las virtudes que han encumbrado al Castellón ha sido, precisamente, su indomable carácter y su capacidad de trabajo. Por ello, los albinegros deben tomarse las próximas semanas como si de una pretemporada se tratara. Como decía la semana pasada, no hay que caer en el alarmismo. Los viejos fantasmas no tienen que conquistar el terreno ganado desde septiembre. Y, además, el Castellón jugó en Valencia con las ausencias en el once de Xavi Gracia, Marcos, Espeleta, Oliva y Juanjo, todos ellos básicos para el conjunto albinegro. Ahora bien, eso no excusa que algunos se paseen por el campo. Verdad, Quero.

EL ESPÍRITU BALLESTEROS. ¡Cuánto eché de menos a Ballesteros en Sevilla. Y no porque Unai no dé la talla. Ni mucho menos. El fornido central de Burjassot le aporta al Villarreal detalles de los que no va sobrado este equipo. Pienso, que junto a Farinós, es uno de esos futbolistas que contagian al resto con la actitud y la intensidad de su juego.

El equipo amarillo bajó alarmantemente el pistón en el Sánchez Pizjuán. Esta circunstancia, unida a la alarmante falta de puntería le condenaron ante un Sevilla que, sin ser nada del otro mundo, tiene la virtud de jugar al límite de lo permitido.

¿QUÉ PENSARÁ TINO PÉREZ? En este mundo del deporte hay gente con muy poca ética profesional. No sé lo que debe de pasar por la cabeza del entrenador del Playas cuando le llegan los mil y un comentarios de las maniobras del técnico del Vijusa a sus espaldas (Miki se ha convertido en el personaje más odiado en el vestuario del Playas). Lo cierto es que Pepe Miquel y Agustín Poyatos deberían hacerle una escuchita en la oreja a uno de los entrenadores con más afán de protagonismo que ruedan por el fútbol sala español.