Ayer comenzaba de facto la temporada 2004/05 en el Club Deportivo Castellón. Y lo hacía iniciando una nueva era. Después de siete años con Toni Bonet como cabeza visible de la entidad albinegra, el Castellón --a la espera de acontecimientos-- afronta la próxima campaña con una situación nueva.

Ayer se celebraba la primera reunión del Consejo de Administración de la entidad con Toni Bonet como simple consejero. Sobre la mesa, dos temas centrales. El primero, la confirmación de la dimisión de Bonet como presidente del club. El segundo, la elección de la nueva cabeza visible de la entidad. Juan Carlos Fabregat Beltrán, hasta la fecha vicepresidente segundo, se hacía cargo de la presidencia en funciones, convirtiéndose, de este modo, en el 20° presidente de la historia albinegra. El propio Fabregat explicará hoy en Castalia (13.00 horas) los detalles de este traspaso de poderes.

PRESIDENTE, ¿SÍ O NO? Aunque desde el propio Consejo se barajaba a posibilidad de prescindir de la figura presidencial en esta primera fase de la era post Bonet, finalmente, la mayoría de los 14 consejeros optaron en la reunión de ayer por nombrar un presidente en funciones que represente al club castellonense en esta etapa de transición.

La primera opción era la de nombrar como presidente en funciones al vicepresidente primero, Juan Vidal, posibilidad que el propio consejero rechazó por "razones profesionales", a las que habría que añadir las familiares, ya que Vidal es yerno del dimitido Bonet.

SIN PARONES Mientras se va conformando la nueva fisonomía del C. D. Castellón, la entidad "funciona con total normalidad", apunta Héctor Olaria, como lo demuestra el hecho de que la actividad de planificación deportiva no ha sufrido un parón tras la dimisión de Bonet .

Evidentemente, a pesar de esta primera postura del Consejo de Administración, no queda descartada ninguna de las restantes posibilidades. La primera, el nombramiento de un presidente fijo en próximos cóclaves de la S. A. D. La segunda, la de la venta por parte de Bonet de la mayoría de las acciones, siempre que llegara una oferta importante que se comprometiera a la continuidad del proyecto de ascenso del C. D. Castellón.