Ya es historia viva en el Submarino y el próximo domingo en El Madrigal sumará una nueva y exitosa página en el club. Rodolfo Martín Arruabarrena jugará ante el Recreativo de Huelva el partido número 200 con la elástica del Villarreal C. F. A sus 31 años, este argentino nacido en la ciudad de Marcos Paz, se convertirá en el primer jugador que llegará al doble centenar de encuentros oficiales de Liga en la Primera División española.

Tras pasarse media vida en uno de los grandes de su país, Boca Juniors --con cesión de tres meses a Rosario Central--, donde estuvo once temporadas ganando dos ligas y la Copa Intercontinental --al Real Madrid--, el Vasco aterrizó en la Plana Baixa en verano del 2000, pese a que fue fichado en diciembre de 1999, junto a Diego Cagna, aunque solo el mediocentro llegó en el mercado invernal en una campaña que terminó con el ascenso de Segunda A a la Liga de las Estrellas.

Arruabarrena se considera un vila-realenc más, puesto que, tras seis años en la entidad y en la ciudad, está totalmente integrado. "Tengo amigos aquí, me conozco todos los rincones de la población, el ambiente en las fiestas e incluso mi hijo Tomás es de Vila-real, ya que nació aquí hace once meses", explica con alegría.

Además, el Vasco no esconde que la gente se siente identificada con él. "Me siento muy querido y el trato hacia mi familia es excepcional, por lo que no hay motivo de queja", dice.

FELIZ Y AMBICIOSO El lateral izquierdo amarillo es consciente de lo mucho que significa y va a significar para este club a la largo de la historia. Con el del domingo, en el que salvo catástrofe en forma de lesión será titular, habrá disputado 200 partidos, siendo titular en 198. "Suena bárbaro. No todo el mundo puede contarlo", indica a la vez que desvela su secreto: "Rendir cada domingo, no creérselo y afrontar cada entrenamiento con ilusión y como si se tratara de un partido, porque en este club nadie te regala nada".

El defensa suramericano tiene hambre de éxitos. "Llegué aquí siendo un club humilde y he visto crecer a todos los niveles al Villarreal. Por eso mismo, me encantaría que antes de dejar el equipo lograr algún título. El presidente se lo ha propuesto y todos los que sabemos que estamos capacitados para ello", añade.

Incluso tiene muy claro que quiere ser parte implicada en esta fase del ambicioso proyecto de Fernando Roig. "Mientras no me fallen las fuerzas quiero estar al pie del cañón. He vivido muchas situaciones diferentes aquí y ahora estamos ayudando al equipo a dar el salto de calidad definitivo que le hace falta para ser un grande", argumenta.

¿RENOVACIÓN? Uno de los puntos calientes que debe vivir esta temporada es su renovación contractual, ya que el argentino finaliza contrato el 30 de junio del 2007. Por su cabeza pasa la opción de continuar, ya que "esta es mi casa", pero dependerá de muchos factores: "Termino contrato este año, pero no hay que tener prisa. Dependerá de muchas cosas, del club y de si uno está con ganas, pero en momento alguno se me pasa por la cabeza dejar el fútbol". Con lo que tendremos Arruabarrena para rato en el Villarreal.

En estos momentos por su mente solo está la idea de crecer. "Nos falta ese puntito de más para estar a la altura de los grandes. Se ha logrado que en Europa se hable de nosotros, que no es cosa fácil, pero hay que conquistar un campeonato. El que sea", destaca con ambición.

Atrás ha dejado situaciones de todos los tipos, "momentos buenos y otros no tan buenos", pero el Vasco está orgulloso de haber cruzado el charco: "Cuando en el debut en Liga perdimos 1-5 ante el Rayo dije: ¿Dónde carajo vine? Pero, de verdad, no me arrepiento de nada". Palabra del "abuelo joven" del vestuario amarillo.