El presidente del Comité Olímpico Internacional, el belga Jacques Rogge, manifestó ayer por la mañana, antes de la ceremonia, que "no es el momento de hacer un boicot a los Juegos ya que la mayoría de los líderes políticos no lo apoyan". Y hasta la fecha tiene razón.

Hasta ahora, todas las delegaciones que enviarán equipo a los Juegos han expresado su voluntad de participar en la cita. Ayer lo hizo Alemania. "Después de considerar todos los argumentos, el Comité Alemán enviará un equipo a Pekín", manifestó el organismo a través de un comunicado, en el que agregaba: "El deporte no es una herramienta para aplicar presión".

Por su parte, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, envió ayer una carta a su homólogo chino, Hu Jintao, en la que le pide "contención" en las revueltas en el Tíbet y aboga por que se inicie el diálogo con el dalái lama, el líder espiritual de los tibetanos.