El deporte español está pasando por el mejor momento de su historia. Sin embargo, en infinidad de ocasiones se deja de lado la categoría femenina. Ocurre en muchas modalidades y el fútbol no es una excepción. “El otro día Rosell decía que el Barça había ahorrado 30.000 €, justo el presupuesto completo de la sección de fútbol femenino”. Lo dice Sara Monforte, del Espanyol, una de las dos castellonenses en Superliga. La otra es Gemma Gil, que milita en el Valencia.

Las jugadoras del club catalán se han proclamado campeonas de la liga regular y subcampeones del play-off esta campaña, en gran parte, gracias al trabajo que realiza Sara (titular en todos los encuentros) en el centro del campo.

a un paso del título // La temporada para Sara Monforte acaba de concluir con el subcampeonato de la Copa de la Reina, tras perder contra el Barça por 1-0 en la prórroga.

La castellonense tiene 30 años y reconoce haber realizado “la mejor temporada de mi vida y he marcado siete goles. Espero aguantar así 3 ó 4 años más, pero todo depende de tu cuerpo. Cuando vea que doy pena me retiraré”. Además, la castellonense ha vestido la roja en once ocasiones. “Jugué en fase de clasificación para el Mundial y también para la Eurocopa”, añade orgullosa.

Sara confiesa que el fútbol femenino actualmente es muy diferente a cuando empezó. “Hay mucho trabajo por hacer, pero antes no había casi equipos femeninos y ahora cada vez hay más. Además empiezan a televisar partidos, salen más crónicas en los periódicos… Hace unos años tenías que compartir vestuario con niñas de 15 ó 16 años por falta de instalaciones, pero el nivel subió con entrenadores, con campos nuevos, con mejores infraestructuras…”, aunque reconoce que “en España nadie puede vivir del fútbol. En Europa sí hay jugadoras que cobran bastante, pero nada parecido a lo de los hombres. Hoy en día en el extranjero pueden tener sueldos parecidos a lo que se cobra en España por un trabajo de ocho. Por eso muchas veces resulta más rentable irse a Alemania o a Inglaterra, porque además son ligas más competitivas. A mi me hubiese gustado ir si hubiese sido más joven”.

a seguir la progresión // Sara Monforte solo pide que en el futuro “las chicas sigan trabajando, sobre todo tácticamente, para que crezca el nivel del fútbol español”. “Además, ojalá este deporte esté mejor considerado entre la sociedad en general porque la única diferencia con el masculino es la velocidad, pero también tiene muchísima calidad y entrega”, sentencia la castellonense, que está haciendo historia en la máxima categoría del fútbol femenino español. H