No tengo ninguna duda de que el Peñíscola RehabMedic va a vender muy cara su eliminación en los cuartos de final por el título de Liga. No importa que tenga como rival al mejor club de toda la historia, el Movistar Inter, ya que como demostraron el pasado sábado en el Municipal de Peñíscola nunca se rinden.

Hasta el todavía entrenador, Carlos Sánchez, comentó tras el encuentro que van a desplazarse al Pabellón Jorge Garbajosa de Torrejón de Ardoz con la intención de forzar el tercer partido de la serie. El cometido es muy complicado, pero los partidos, como suele decirse, hay que jugarlos y si algo tiene este equipo es que compite hasta el pitido final.

De no ser así, hubiese sido imposible la obtención del billete para el play-off por el título de Liga por segunda vez en su historia y los del Baix Maestrat pelearon hasta el final para lograr su cometido.

Ahora, la lógica dice que el próximo fin de semana la temporada bajará el telón para la entidad que preside Juan Vizcarro. Sería toda una sorpresa, por decir otra palabra, que el Peñíscola RehabMedic se clasificase para las semifinales, pero también parecía que el Movistar Inter iba a golear el pasado sábado y el choque estuvo muy igualado.

Y de quedar eliminado (ojalá sucediese todo lo contrario), también se pondría fin a la etapa de Carlos Sánchez en el banquillo peñiscolano después de dos años y medio, con unos números espectaculares. No entraré a comentar si es justa o no su marcha, pero no entiendo el anuncio sin terminar la Liga. H