Nunca 90 minutos fueron tan largos para el Madrid en su estadio, ante su afición y a merced de un Ajax que fulminó al equipo de Solari con la efectividad que no tuvo en la ida, donde ya fue mejor que un equipo hundido. El reinado blanco en Europa duró algo más de mil días y terminó de forma abrupta y dramática para cerrar una semana fatídica, sin opciones de título a tres meses del final del curso.

El Madrid tuvo una puesta en escena impetuosa y contundente, con Casemiro liderando la intimidación en un centro del campo al que apuntaban todos los focos, bajo mínimos, zarandeado sin compasión por el Barcelona, y con las fuerzas justas para aguantar el ritmo del Ajax. Apenas pasaron unos minutos hasta que el brasileño y Kroos, junto al vacío que tuvo el Madrid por defensa, cayeron víctimas del Ajax.

No se esperaban, ni hubo, modificaciones de Solari respecto al once que terminó de certificar el hundimiento en Liga ante el Barça, más allá de la obligada por sanción de Nacho por Ramos y de la obligada por rendimiento y actitud de Lucas Vázquez por Bale.

Fruto de la fogosidad inicial, el Madrid estrelló en el palo su primera ocasión, con un cabezazo de un Varane descolgado al ataque en el minuto 5. Ten Hag, en el Ajax, también repitió equipo y la idea con la que hizo temblar a una defensa que en la ida, con Ramos, sobrevivió a duras penas.

doble ZARPAZO DEL AJAX / El Madrid no acertó en su tentativa inicial y, en la primera transición que tuvo el Ajax, Kroos mostró todas sus carencias y Ziyech puso patas arriba la eliminatoria con un gol (0-1, min. 7) que reavivó todos los fantasmas que han venido atormentando al madridismo.

Al borde del desastre, los jugadores del Madrid se quedaron atenazados, nerviosos e inseguros, buscando el camino más directo a la portería rival. El equipo se siguió exponiendo y el Ajax halló otro premio. Un excelso Tadic, asistente en el primer gol, volvió a cazar al Madrid descolocado y puso en evidencia a Casemiro. Con la defensa desaparecida, permeable como un cristal a la luz, el serbio asistió a Neres para que terminara de desatar los pitos en un Bernabéu en el que, hasta ese momento, sobre todo se había oído a los miles de ruidosos holandeses (2-0, min. 18).

DOS LESIONES / El drama de Solari se tornó casi ingestionable con la lesión de Lucas, por el que entró Bale, y la desolación terminó de anegar al madridismo entero cuando los ojos de Vinicius, de lo poco blanco salvable, se inundaron de lágrimas camino al banquillo, con otra lesión muscular, por el que entró Asensio.

El galés estrelló otra ocasión blanca en el palo de Onana, que puso de su parte para que el Madrid mejorara. Pero las ocasiones del Ajax siguieron llegando, tuvo que aparecer Courtois y algo de suerte para que la eliminatoria no estuviera definitivamente sentenciada al descanso, con un Solari sin más que un cambio y con Mariano, la única alternativa de ataque, en la grada.

Sin muchas más opciones, el Madrid desistió de intentar controlar un partido que estaba bajo el orden y mando de Dusan Tadic, canalizador de cada transición peligrosa de un Ajax que tampoco renunció a atacar, en busca del gol definitivo que consiguió poco después. Después de una revisión eterna del VAR, por un fuera de banda milimétrico, el Ajax empezó a celebrar la clasificación con casi media hora por delante tras un disparo inapelable del serbio (0-3, min. 62).

Asensio, que había aparecido con más intención que resultados satisfactorios, tomó el relevo de Vinicius como el blanco más activo y recortó distancias (1-3). Un espejismo de apenas dos minutos, hasta que Courtois se apuntó a la tendencia de su equipo y falló estrepitosamente en el 1-4 tras falta de Schöne.

El dislate blanco terminó con Benzema por los suelos para desaprovechar la última ocasión, Bale lesionado sobre el césped, Nacho expulsado y un Santiago Bernabéu con menos de media entrada pitando con obstinación.