El 2021 no ha empezado de la mejor manera para el CD Castellón. En su primer partido del año en Castalia, contra un rival directo por la permanencia como es el Tenerife, el conjunto de la capital de la Plana volvió a evidenciar una preocupante falta de gol que le llevó a dejar con vida a un rival al que dominó durante el primer tiempo, pero que supo ser paciente y esperar su oportunidad para acabar llevándose la victoria. Un gol de Pomares en el minuto 66 decantó a favor de los tinerfeños un choque que podía haber tenido otro final si Marc Mateu no hubiera fallado un penalti en el minuto 25.

Sin todavía haber podido realizar ningún movimiento en un mercado de fichajes que se inaugura este lunes, el conjunto albinegro salió con muy buena actitud al césped del feudo castellonense, consciente de lo importante que era sumar los tres puntos ante un rival del que solo le separaba uno en la clasificación de Segunda División A.

Y lo cierto es que el conjunto albinegro fue el dominador absoluto en el primer tiempo. Los de Óscar Cano tuvieron el control del balón prácticamente en toda la primera parte, con una posesión cercana al 70%, pero les faltó el último pase. La última jugada que les permitía acercarse con peligro a la meta del Tenerife y que habría hecho justicia en el marcador a tenor de lo que se estaba viendo.

Aunque los dos equipos empezaron el choque con mucha intensidad, los tinerfeños se fueron desinflando, en parte por la presión que ejercía el cuadro local, con mucho toque como acostumbra y controlando a los jugadores de ataque del rival, quienes apenas inquietaron la meta de Campos.

No es que el Castellón no lo intentara, pero Zlatanovic estaba muy solo arriba y un solitario centro-chut de Rubén Díez llegó con muy poca fuerza a las inmediaciones de Dani. Marc Mateu probó desde la banda izquierda con varios centros al área o con lanzamientos de córner, pero no había rematador capaz de sorprender. Visto lo visto, todo hacía presagiar que sería una jugada de estrategia la que permitiría al Castellón trasladar ese dominio del juego al marcador de Castalia.

Y, de hecho, pudo serlo en el minuto 23 cuando Guillem Jaime caía en el área tras agarrón de Bermejo y el colegiado, Ávalos Barrera --recordado por anular un gol olímpico a Marc Mateu contra el Lugo--, señalaba el punto de penalti. Era precisamente el extremo valenciano el que cogía el balón y procedía a lanzar. Pero el portero del Tenerife tenía muy bien estudiado al jugador albinegro y adivinó su lanzamiento. No le afectó psicológicamente el error a Marc Mateu quien, instantes después, centraba un buen balón al área pero Zlatanovic se resbalaba cuando iba a rematar.

El Castellón había anulado por completo al Tenerife, pero su peor enemigo seguía siendo él mismo y su escandalosa falta de gol. La misma que arrastra desde el comienzo de la temporada y que Cano ha insistido en solucionar durante el mercado de fichajes.

Solo en los últimos minutos del primer tiempo pareció despertar el Tenerife, que con una falta lateral cerca del área obligó a Campos a salir con los puños en la que fue la última jugada del primer tiempo.

Arrancó la segunda parte con el Tenerife apretando más arriba y con una primera acción de Bruno Wilson que se marchó arriba. El juego y el dominio se había equilibrado, y ya no había un claro dominador sobre el verde aunque daba la sensación de que el cuadro de Ramis estaba mucho más cómodo.

Tanto es así, que el Tenerife dispuso de una falta muy peligrosa en la frontal que desbarató la barrera antes de que el técnico catalán diera con la tecla al dar entrada a Carlos Pomares y Vada. El primero solo necesitó dos minutos sobre el terreno de juego para abrir el marcador con un cabezazo tras error de marcaje de Guillem Jaime y poner a los suyos por delante sin apenas merecerlo.

El Castellón tenía que empezar a competir contra sí mismo y contra el marcador. Y, a medida que avanzaban los minutos, contra el Tenerife, que perdonó el segundo de Zarfino en una falta de entendimiento entre Iago Indias y Gálvez.

Cano buscó la reacción con vistas al empate. Tarde, pero la buscó. Primero dio entrada a Cubillas y Paolo por Zlatanovic y Arturo, que curiosamente estaba siendo uno de los mejores. Luego probó con César y Muguruza, quitando a dos defensas como Iago y Guillem Jaime. Y, por último, cuando ya se entraba en el descuento y el Castellón iba a botar un córner en una de las poquísimas opciones de que dispuso, salió Jordi Sánchez.

Pero ni por esas encontró algo positivo el Castellón, al que tácticamente el Tenerife le ganó la partida en el segundo tiempo y acabó llevándose el gato al agua en un duelo directo por la salvación.