FC Cartagena y CD Castellón, hermanados en el riesgo. Dos equipos con muchas similitudes, empezando por cuestiones simbólicas como los colores o el estadio, pasando por su condición de recién ascendidos y, sobre todo, el objetivo de la salvación.

Los dos equipos se llaman albinegros, aunque como aquí prima la antigüedad, el Castellón, próximo a su centenario, merece tal catalogación frente a un rival que ha cambiado varias veces de nombre, que es complicado seguirle el rastro. Entre tantos clubs que ha tenido la ciudad departamental, el popularmente conocido como Efesé siempre ha tenido su meta en el fútbol profesional, al que llegó el pasado verano también desde La Rosaleda, en su caso al apuntarse el otro play-off entre campeones de grupo contra el Atlético Baleares.

Los dos conjuntos presentan unos números extraordinariamente parejos. Dos puntos mejor el orellut, con un gol más a favor del Cartagena y cuatro menos encajados por parte del Castellón.

Los dos han tenido también una trayectoria bastante pareja, siempre en la parte de abajo.

«Es muy importante para salvar la categoría y la tensión va a ser máxima, los dos equipos nos jugamos mucho»

MARC MATEU - Jugador del CD Castellón

Así lo ve Marc Mateu

«Por el golaveraje y por lo anímico es muy importante; pero, pase lo que pase en Cartagena, hay que seguir pensando que la meta es conseguir ocho o nueve puntos, lógicamente cuanto antes mejor». Así piensa todo un veterano como Marc Mateu, que bajó con el Numancia, el pasado verano, con 50.

«Estamos sumando en la segunda vuelta, sobre todo, perdiendo poco», indica el valenciano. «El equipo cree mucho en lo que hace y pensamos que nos va a dar resultado para salvarnos», dice Mateu, que ve clave la solidez del equipo: «Nos sentimos cómodos; hay días en que estamos más lúcidos y otros menos arriba, pero esa base de encajar poco es importante».

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El valenciano espera un partido «muy tenso»: «Es muy importante para salvar la categoría y la tensión va a ser máxima, los dos equipos nos jugamos mucho».

Por último, lanza un mensaje: «Era lo normal sufrir hasta el final, como recién ascendidos». «Les echamos de menos, pero que sigan creyendo y que sepan que estamos convencidos de que lo vamos a sacar adelante», añade.