El fútbol español pone sus ojos de nuevo en Castalia. El Castellón-Ponferradina será el primer partido del fútbol profesional con público desde primeros de marzo del 2020, cuando el estallido de la pandemia del covid-19 nos cambió la vida. El visto bueno del Gobierno --según las reiteradas demandas de los clubs-- al parcial y paulatino regreso de los aficionados a las gradas de Primera y Segunda A, en aquellas comunidades con menor incidencia actual del coronavirus, coloca al duelo entre albinegros y bercianos en la pole. Castalia abre sus puertas. Al público y, en el caso de los locales, a la permanencia.

Las medidas que deberán cumplir los espectadores del Castellón-Ponferradina. MEDITERRÁNEO

No serán los 15.500 del aforo; ni los casi 14.000 socios. Ni siquiera los 4.100 que el club había adelantado el jueves. El Castellón, en otro comunicado, anunciaba que la cifra se reduce a 2.640 espectadores (todos abonados).

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«Conforme al protocolo marcado por LaLiga y las autoridades sanitarias, finalmente el Castellón solo podrá sortear 2.640 localidades», destacaba la nota. «Ante esta limitación, el club se ha visto obligado a reducir la cifra inicialmente planteada y consensuada con LaLiga», añadía. «Como ya estaba previsto, el club contactará con todos los agraciados vía e-mail para proporcionarles toda la información necesaria para su acceso al estadio, así como las normas y código de conducta», justificaba.

Entre las medidas se encuentran la prohibición de comer y fumar, así como usar elementos de animación (bombos o megáfonos), junto a la obligación de permanecer en todo momento sentado en la localidad asignada siempre que sea posible, así como el uso de la mascarilla FFP2 y del gel hidroalcohólico, tomarse la temperatura en el acceso, mantener la distancia de seguridad...

Además, el protocolo de LaLiga recomienda que se llegue al campo con tiempo (a poder ser andando o en vehículos particulares), evitando aglomeraciones en los aledaños. La entrada de los aficionados agraciados se hará de forma escalonada y por distintas puertas de acceso, ya que las entradas serán nominativas y no se corresponderán con la numeración del abono de la temporada.

El club entregará una botella de agua a cada aficionado. 

Premura de tiempo

Según la decisión del Gobierno del miércoles por la tarde (un 30% del aforo hasta un máximo de 5.000), al Castellón le correspondían 4.600 espectadores, que el club redujo a 4.100 por cuestiones de seguridad.

No obstante, la revisión de LaLiga, este viernes, adoptó la distancia de seguridad más severa lo cual, teniendo en cuenta que la separación entre asientos es más pequeña y que LaLiga solo ha habilitado al público, para este partido, la preferencia (alta y baja), junto a los goles altos, reduce ostensiblemente la cifra a los 2.640 espectadores (1.320 entradas dobles).. Lejos de las casi 7.000 peticiones de socios, que habían tenido menos de 24 horas para inscribirse. Todo demasiado deprisa para organizarlo en condiciones, con el perjuicio para el club y su afición.

El partido

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El regreso del público a Castalia, con ser importante para la normalización de nuestras vidas, no resta ni un ápice de importancia al partido. El Castellón solo está fuera del descenso por el golaveraje general, después de tres partidos sin ganar y casi cuatro horas sin ver portería.

Con 41 puntos, los albinegros necesitan un mínimo de seis. Y con el Zaragoza (puede que aún jugándose la permanencia el jueves en La Romareda) y el Rayo Vallecano (seguramente, peleando por los play-off dentro de 10 días), este encuentro, junto a la despedida en La Rosaleda, parece el más asequible, teniendo en cuenta que la Ponferradina llega con la temporada ya hecha y media docena de bajas. No las tiene Juan Carlos Garrido, que ha dejado fuera a Joseba Muguruza, Rene Krhin y Paolo Fernandes.