Fútbol de Castellón | La grandeza de ser un pueblo pequeño y tener un equipo de fútbol

Gracias al fútbol, un pueblo pequeño puede ser grande. En la provincia de Castellón hay hasta once poblaciones con equipo de fútbol a pesar de no alcanzar los 1.000 habitantes, con la dificultad que ello conlleva. El despoblamiento rural ha desencadenado en una disminución de servicios y actividades en las localidades más pequeñas de Castellón, un fenómeno que se agudiza sobre todo en las comarcas del interior. 

Si hay un club que abandera este contexto ese no es otro que Els Ibarsos. La entidad de la pedanía de la Serra d’en Galcerán, de 992 habitantes (389 si contamos únicamente Els Ibarsos), compite por segundo año consecutivo en Regional Preferentey lo hace con el orgullo y la humildad como principales señas de identidad. El conjunto de El Olivar planta cara a los grandes de la provincia de Castellón, tales como Vall de Uxó, Burriana, Onda, Soneja o L’Alcora, entre otros. Pero su pasado es todavía más glorioso que su presente, no en vano, en la campaña 1988/89 llegó a militar en Tercera División, un hito al alcance de muy pocos dada su modestia.

El caso del Xert

Otro equipo que está viviendo una situación casi idílica es el Xert, conjunto que representa a la séptima población menos habitada (apenas 733 habitantes) con fútbol de la provincia. La entidad de Les Forques milita por segunda temporada consecutiva en Primera Regional y lo hace tras un brillante ascenso tan perseguido como soñado. Saltar al campo y competir ante rivales de peso como el Benicarló o el Benicasim, históricos de la provincia con pasado en Tercera División en el presente siglo, es toda una gesta. 

Jugar en Primera Regional es un sueño casi imposible para estos equipos tan humildes y de poblaciones tan pequeñas. Lo que hoy vive el Xert en un pasado reciente lo hicieron también el Vilanova, el Castellnovo o el Catí. Los primeros estuvieron en la categoría en el curso 2020/21 con una población de 578 habitantes detrás; y los del Alto Palancia llegaron incluso a disputar una promoción de ascenso a Regional Preferente en 2015, categoría en la que sí que tomaron parte los catinenses y por dos ocasiones. 

El equipo de l’Alt Maestrat logró el primer ascenso a Preferente en 2011 y estuvo muy cerca de conseguir la permanencia. Un año después del descenso volvió a subir en 2013 pero tampoco pudo salvar la categoría. Una verdadera hazaña para una localidad de apenas 714 habitantes. 

Sin embargo, la población menos poblada de la provincia que presume de equipo de fútbol es Cinctorres, con solo 404 habitantes. El equipo de Els Ports representa el romanticismo del fútbol en su grado máximo, y es que el club se sobrepone curso tras cursos a las dificultades que conlleva formar un equipo y mantenerlo en un contexto tan difícil. De hecho, en 2019 el club dejó de federarse por un breve espacio de tiempo. La mayor gloria del Cinctorrà llegó en 2013, cuando consiguió su ascenso a 1ª Regional. 

Estos equipos todavía guardan el aroma al fútbol provincial de antaño, el orgullo de vestir la camiseta y todo en el siglo XXI.