La mayor victoria de Víctor, el esforzado ciclista de Castellón, que da una lección con 38 años

Quien pensara que, con 38 años, en su regreso al pelotón profesional tras una larga trayectoria forjada en el ciclismo modesto y, a la vez, compaginándola con su vida laboral, Víctor Martínez García iba a dejarse llevar esta temporada, se equivocaba. Con una ambición desmedida y una envidiable forma física que un accidentado inicio del 2023 amenazaba con desbaratar, el corredor de Benlloc viene de enfundarse el maillot de ganador de las metas volantes de la Vuelta a Asturias, en lo que supone el resultado más importante en esta campaña del Electro Hiper Europa, equipo UCI Continental Team con sede en la localidad de Cervera del Maestre.

Punxona (el mote que acompaña a su familia de Benlloc durante generaciones) fraguó el vistoso jersey patrocinado por La Nueva España (periódico del grupo EPI, como Mediterráneo) gracias a su presencia en la escapada principal de las dos primeras etapas, para defenderlo en la última. Así, ha dado visibilidad a su equipo, en el podio de esta importante prueba, en las tres etapas. Es la repercusión que busca una escuadra como la castellonense, que trata de crecer para subir de categoría a UCI ProTeam y, a medio plazo, poder participar en carreras como La Vuelta.

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Un Electro Hiper Europa que paga cara esta nueva revolución en el ciclismo, esta forma de correr en la que los cracks (Tadej Pogacar, Primoz Roglic, Wout van Aert, Mathieu van der Poel ...) salen a ganar todas y cada una de las pruebas en las que participan, con demarrajes, además, a 50, 60 o hasta 70 kilómetros de la llegada.

Ni las migajas

«El ciclismo se ha globalizado tanto, se corre tan deprisa, que los modestos ni siquiera podemos meternos en las fugas; o antes te cogían al final y podías salir en las retransmisiones de la tele, pero es que ahora los equipos de esta gente [Pogacar, Roglic...] la echan abajo muy pronto para que sus líderes ataquen a más de 50 kilómetros de meta», constata Martínez. «A nivel personal hacer un top-25 en una carrera está bien, pero se trata de dar visibilidad a tu equipo y subir al podio te da esa repercusión», desarrolla el castellonense.

Martínez ve recompensado así un primer inicio de temporada accidentado, con caídas en la llegada de la Clàssica Comunitat Valenciana 1969-Gran Premi València que le tuvo casi dos meses sin competir o en los días previos a la carrera con inicio y final en Oviedo, donde acabó compartiendo foto junto al italiano Lorenzo Fortunato (ganador de la general).

«Este resultado me dará más tranquilidad para correr, porque hasta ahora tenía mucha ansía por coger las escapadas», dice.

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