Manuel Peña | Alcorino y rey de Europa en el Gran Canaria

El Gran Canaria ganó recientemente la Eurocup, proclamándose campeón continental de baloncesto, y en sus filas hay un alcorino. Se trata de Manuel Peña Garcés, ayudante del entrenador, Jaka Lakovic. Ambos llegaron al equipo grancanario el verano pasado.

Manuel Peña, que ahora tiene 40 años, vivió sus inicios en el baloncesto en l’Alcora Bàsquet Club, primero en el patio del Colegio La Salle cuando tenía 14 años, y posteriormente en el pabellón polideportivo de la capital de l’Alcalatén. En esa etapa destacó como jugador y ya se le empezó a ver que le gustaba también entrenar, llegando a hacerlo fantásticamente en diversas categorías de la cantera y organizando siempre innovadoras actividades con la cantera alcorina, compaginando de esta manera deporte y formación.

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La trayectoria

Por cuestiones laborales, al quedar primero en su promoción de Ingeniería Industrial, tuvo la oportunidad de salir a potenciar su carrera, pero no dejó nunca el baloncesto, ya que también estudió el curso superior de entrenador. Así, llegó a jugar y entrenar primero en equipos de Italia y después en Inglaterra, donde también se marchó por su trabajo fuera del baloncesto. 

Esa época demostró el amor de Peña por el baloncesto, ya que ejercía siempre a nivel de aficionado y colaborando con las federaciones, hasta que surgió la oportunidad de dedicarse como profesional a este deporte, y ahora ha llegado a la élite consiguiendo nada menos que este título europeo.

Del colegio a la Eurocup

«Tras el relevante triunfo con el Gran Canaria me acordé de muchas cosas de mis inicios en l’Alcora. De Albert Esteban, Vicente Beltrán, Antonio Cano, Carlos Edo... Y muchos amigos que tengo en l’Alcora, en Castelló y provincia y en toda la Comunitat», explica Peña a Mediterráneo. El alcorino guarda en la memoria «esos inicios en el colegio La Salle, un centro igual que el de donde nace el club en el que estamos, Gran Canaria. Salimos de un colegio y ahora somos campeones de Eurocup».

En ese periplo en el baloncesto formativo, y en Italia e Inglaterra, se ha forjado el carácter de Peña en el deporte de alta competición. «Todo forma parte de un bonito camino donde he compartido etapas con personas que admiro y quiero», comenta. Antes de recalar en Gran Canaria ya se hizo un nombre en el baloncesto nacional: «Mi vuelta a Zaragoza, de donde es mi familia, fue muy especial y tras cuatro temporadas (tres en ACB con Casademont y una en cantera como director deportivo en Stadium), esta oportunidad en Gran Canaria era como un sueño y así lo hicimos, lo soñamos y se cumplió». 

La exigencia

«Estoy muy contento por ser parte de esto y muy agradecido al club y a Jaka Lakovic por creer en mí, y a la afición por el apoyo que nos da, sin olvidarme nunca de mis inicios baloncestísticos en l’Alcora», confiesa Peña. La exigencia de la alta competición se deja sentir también en los banquillos. «Dormimos últimamente rápido, ni mucho ni poco, dormíamos rápido porque había muchas cosas que hacer, pero todo ese esfuerzo valió la pena y este grupo humano de jugadores y staff ha sido una familia muy difícil de describir porque es un grupo muy especial, de los que de pronto consiguen hitos que entran a formar parte de la historia», desgrana, tras la victoria.

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El Gran Canaria obtuvo su primer título europeo tras imponerse al Türk Telekom en la final por 71-67. Además, la victoria tiene un premio extra: la participación en la próxima edición de la Euroliga. Una doble recompensa a una temporada perfecta en el torneo continental, donde habrá un alcorino con un gran futuro como entrenador.