Fichajes

Tinder del fútbol: así funciona la aplicación de moda en el mercado de fichajes

TransferRoom permite poner futbolistas en el escaparate, dar 'like' a los que interesan y organizar citas entre clubes

El Oviedo, en el Tinder del fútbol: así funciona la aplicación de moda en el mercado de fichajes

El Oviedo, en el Tinder del fútbol: así funciona la aplicación de moda en el mercado de fichajes

Nacho Azparren

Un reloj situado en uno de los laterales de la enorme sala muestra la cuenta atrás, 15 minutos, mientras al móvil llega la orden: "Mesa número 32". Y allí, cara a cara y durante un tiempo limitado a un cuarto de hora, el representante del Real Oviedo se reúne con, pongamos, un club noruego. Tras el breve encuentro, una señal acústica indica el cambio de mesa y al móvil llega una nueva ubicación: "Mesa número 12". Y durante el mismo periodo, el representante azul charla con un director deportivo de un club, por ejemplo, argentino. Se trata de un "speed dating" (citas rápidas) aplicado al fútbol y sus impulsores aseguran que muchos de esos encuentros acaban en flechazo.

El sistema de citas es solo una rama más de las que ofrece TransferRoom, la herramienta de moda en el mundo del incontrolable mercado de Fútbol. Un sistema rápido, intuitivo y directo que permite en un simple vistazo al móvil buscar futbolistas atractivos. La forma de contactar y el espíritu de la aplicación hace que se le conozca en el mundillo como "el Tinder del fútbol", como subraya un director deportivo que ha experimentado con la herramienta.

El Oviedo es uno de los 12 equipos del fútbol profesional español con cuenta en TransferRoom, junto a Barcelona, Athletic, Getafe, Almería, Valladolid, Elche, Alavés, Levante, Zaragoza, Leganés y Málaga. En total, figuran 700 clubes de 100 ligas repartidas por 60 países diferentes.

Un "like" a un futbolista.

Pero, ¿qué va antes de esas citas multitudinarias? ¿Cómo funciona la aplicación? Los clubes pueden poner en el escaparate a cualquier futbolista con el que no cuentan y fijar un precio desde el móvil. También pueden buscar jugadores interesantes conforme a unos filtros previos.

Incluso reciben ofrecimientos de agentes y otros equipos que con un movimiento de dedo se convertirá en el inicio de una bonita historia o irá directamente a la basura. Un gesto en la pantalla dicta sentencia: hacia la derecha, "interest": el "match" futbolero; hacia la izquierda, "dismissed": a otra cosa. TrasferRoom va directo al grano. Como Tinder.

Ese es uno de los principales objetivos de la herramienta: facilitar el contacto directo y evitar a los intermediarios. "Como consumidor veía cómo eBay y Amazon han transformado la forma de comprar de la sociedad. Comparados con esos sectores, el mercado del fútbol está anclado en el pasado", cuenta a el diario La Nueva España, de Prensa Ibérica, Jonas Ankersen, fundador y CEO de TransferRoom.

Ese planteamiento llevó a Ankersen a estudiar a fondo cómo mejorar las condiciones del mercado: "Mi investigación mostró que los clubes compradores no tenían claro qué jugadores estaban disponibles para ser fichados, y que los vendedores no sabían qué perfiles buscaban los compradores".

La venta de Cornud y el interés por Bretones.

El Oviedo usa la herramienta desde hace dos años, cuentan, desde un papel más pasivo, sin mostrar públicamente sus planes. Pero eso no evita que haya recibido intereses internacionales por algunos de sus futbolistas.

"Comparado con eBay o Amazon, el mercado del fútbol parece anclado en el pasado"

Le sucedió con Pierre Cornud. El primer contacto entre el Maccabi Haifa, de Israel, y el Oviedo se produjo a través de TransferRoom. Después, las conversaciones siguieron de forma directa entre dirigentes de los clubes para una operación que permitió a los azules ingresar 300.000 euros.

La herramienta no deja de ofrecer vías de negocio. El hombre de moda esta temporada es Abel Bretones. Fuentes azules señalan que a lo largo de la temporada han contactado unos cinco clubes interesándose por la situación del lateral. Ese primer contacto no se ha traducido aún en una oferta concreta, pero certifica que hay clubes rondándole. Las mismas fuentes cifran en unos 8 o 9 futbolistas los que han despertado interés de posibles compradores este curso.

El ejemplo de 10 millones

Para explicar el proceso, Ankersen pone un caso concreto, el que llevó al brasileño Evander, del Midtjylland danés, al Portland Timbers, de la MLS estadounidense. "Portland compartió en la aplicación los criterios de la búsqueda de un futbolista. Al Midtjylland le llegó en tiempo real una alerta indicando que uno de sus jugadores, el centrocampista Evander, reunía esas condiciones", cuenta Ankersen. La operación se acabó cerrando por 10 millones de euros, en el top10 de fichajes más caros de la MLS.

"La magia de TransferRoom es que permite compartir información con otros clubes y agentes con solo pulsar un botón", destaca Ankersen, que habla de más de 3.000 trasferencias desde su lanzamiento en 2017 y enumera los más costosos: Carlos Alcaraz, del Racing de Avellaneda al Southampton por 14 millones de euros; Ejuke, del Heerenven al CSKA por 11,5; y el ya comentado de Evander.

El jefe de TransferRoom cita al Brighton y al Brentford, ambos de la Premier, como los clubes más activos en la plataforma y relata otra marca: "El récord desde que un equipo pone en el escaparate un jugador y recibe el interés de otro club es de 20 segundos".

Sus famosas citas

Y están los encuentros, por supuesto, coronados con los "speed dating", donde se abre la oportunidad de estrechar lazos con clubes variopintos. Se organizan dos o tres por temporada en un hotel. Hace algunos meses se celebró uno en Londres, donde el Oviedo estuvo presente. También asistió el club al que tuvo lugar en Madrid, en el hotel Sheraton, hace dos campañas. El próximo será la semana que viene en Sao Paulo, Brasil.

En las reuniones multitudinarias de 15 minutos, los azules se vieron con clubes portugueses, italianos, daneses, noruegos y sudamericanos. "La idea de limitarlo a 15 minutos es alentar a la gente a que sea concisa y vaya al meollo. No están allí para charlar, sino para hacer negocios", explica Ankersen.

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