Sergio García apoya la «revolución» del LIV Golf

Valderrama, uno de los campos icónicos en Europa, se convierte en la primera sede en España del LIV Golf. El complejo gaditano acoge, entre mañana y el domingo, esta cita del circuito impulsado por el dinero saudí, con el borriolense Sergio García como principal reclamo.

El ganador del Masters de Augusta en 2017 esgrime que el sistema de juego del LIV Golf es más justo. En una conferencia de prensa, García destacó que «todos» los jugadores disputan cada jornada «a la misma hora» y que, aunque estén dispuestos en diferentes hoyos a lo largo del recorrido, afrontan el juego con el «mismo tiempo» y se enfrentan a unas condiciones de viento similares.

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Ya sabe lo que es ganar en Valderrama

Valderrama le trae muy buenos recuerdos, ya que allí ha ganado el Andalucía Masters en tres ocasiones: 2011, 2017 y 2018. De ahí que reconozca que es su campo «favorito», en el que espera «seguir rindiendo a buen nivel» como, recalcó, lo ha hecho «prácticamente todas las veces» que ha competido en San Roque (Cádiz).

El español señaló que Valderrama «exige» colocar bien la bola y jugar con «mucha cabeza», al ser un terreno «estrecho» y «complicado» por sus calles ceñidas y la presencia de «muchos árboles», de ahí que aconseja afrontarlo con «paciencia» y la mente fría.

Jugar en España «delante de tu gente y tu público» es «muy especial» y una sensación que le «encanta», resaltó el de La Coma, que pertenece en esta liga al equipo Fireballs GC, en el que también se encuentran su compatriota Eugenio López Chacarra y los mexicanos Abraham Ancer y Carlos Ortiz.

«Las cosas se van asentando»

El castellonense afirmó encontrarse anímicamente «bien» y anticipó que «las cosas se van asentando», por lo que está con «ganas» de hacerlo «lo mejor posible».

Sobre las novedades que ha incorporado el LIV Golf desde su aparición la pasada temporada, Sergio es un ferviente defensor.

Un gran cambio de mentalidad

«Ha traído cosas modernas al juego, una revolución que venía pidiendo los fans», comentó sobre el nuevo público al que atraen. «Es un ambiente mucho más relajado a lo que la música ayuda: los jugadores están más tranquilos y el torneo por equipos es muy bonito; algo que, salvo la Ryder, no existía», subrayó Sergio.

Jugar con música

«Para mí no es una novedad, porque entrenando siempre llevo los cascos puestos», comentó sobre una de las cosas más llamativas. «Cuando estoy jugando un torneo, por ejemplo en el US Open, siempre tengo alguna canción en la mente; y eso me distrae», señaló. «Y, aunque parezca mentira --prosigue--, una de las mejores cosas de jugar con música, es que oyes mucho menos ruido», razona. «Hay gente que habla pero se medio esconde: es lo que llaman ruido blanco», detalló.