Campeona mundial de K1 y Muay Thai

Anissa Meksen, la mejor luchadora del mundo: "Yo quiero pelear, jamás me he planteado hacer otra cosa "

Su vasto palmarés le ha valido ser constantemente clasificada como la mejor kickboxer femenina libra por libra por Combat Press, y nunca ha bajado de los dos primeros puestos desde que alcanzó el número 1 en 2017

Anissa Meksen, la mejor luchadora del mundo: "Yo quiero pelear, jamás me he planteado hacer otra cosa".

Anissa Meksen, la mejor luchadora del mundo: "Yo quiero pelear, jamás me he planteado hacer otra cosa". / Maite Cruz

Begoña González

Pisó por primera vez un gimnasio de kickboxing cuando tenía 12 años. Hoy, 23 años después, Anissa Meksen (Nancy, Francia, 1988) es 18 veces campeona del mundo de varias disciplinas. La luchadora francoargelina hace años que danza entre las primeras posiciones del ránking de peleadoras de su peso, 52 kilos, y ha vuelto a ser nombrada mejor luchadora del momento. La constancia, asegura, ha sido su principal baza para llegar hasta lo más alto. 

"Mi hermano era kickboxer y yo le seguí al gimnasio. Un año después de iniciarme en el deporte, a los 13, empecé a competir y me convertí en la campeona de Francia de mi edad y peso. Inmediatamente se despertó en mí el deseo de convertirme algún día en campeona del mundo absoluta", asegura. Y así fue, y ha sido, hasta en 18 ocasiones. Su trayectoria como luchadora es impresionante: 122 peleas, 118 victorias y 35 de ellas por K.O.

En 2014, Meksen se proclamó campeona del mundo de muay thai de la WMPF y también fue nombrada luchadora del año de MuayThai TV. Dos años más tarde, se proclamó campeona del mundo del peso mosca de la WAKO Pro, y la luchadora francesa ganó el título mundial del peso supergallo femenino de Glory y el campeonato mundial del peso gallo de K-1 de la IKSA. Su vasto palmarés le ha valido ser constantemente clasificada como la mejor kickboxer femenina libra por libra por Combat Press, y nunca ha bajado de los dos primeros puestos desde que alcanzó el número 1 en 2017. 

Mentalidad de luchadora

"Todos los días, desde que empecé, me he despertado con mentalidad de luchadora. Es lo que quería hacer y hago en la vida. Me despierto, entreno, descanso, vuelvo a entrenar, me voy a casa. En bucle. Esa es mi vida. Es una vida muy sencilla, pero para mí esta sencillez y dedicación son la clave de la victoria", aseguró la multicampeona este mismo sábado, durante un seminario en el gimnasio del Team Antonio Campoy en Mataró. Además de pelear, Meksen comparte su experiencia en el ring en seminarios y clases privadas por todo el mundo.

“En este deporte la vagancia es incompatible con el éxito. Solo triunfarás si eres capaz de dejarla de lado y ser disciplinado. Hay que tener las cosas claras, porque es un deporte duro”, explica Meksen. “Tu cuerpo sufre en cada pelea, recibes golpes, te lesionas, y es muy difícil ganarse bien la vida”, reflexiona la peleadora. La falta de apoyo económico a los deportes de contacto complica enormemente el despegue de algunos luchadores, y es aún más acusado en el caso del femenino.

Anissa Meksen.

Anissa Meksen. / Maite Cruz

La falta de sponsors o el bajo importe de las bolsas de competición hacen que muchas luchadoras no puedan dedicarse a entrenar y tengan que compatibilizar su carrera deportiva con otras profesiones. Meksen tras más de dos décadas en el mundo de los deportes de contacto ha cerrado tratos con varios esponsors y marcas a lo largo de su carrera y actualmente trabaja, entre otras, con la marca de bebidas energéticas Nocco.

Nuevas disciplinas

Tras conquistar la cima del K1 y el Muay Thai, Meksen quiere hacer carrera también en MMA. Cada disciplina tiene sus particularidades, pero nada parece resistirse a la campeona franco-argelina. El pasado mes de mayo acordó una pelea con reglas mixtas (dos asaltos en Muay Thai y dos en MMA) que finalmente no tuvo lugar contra otra de las luchadoras del momento: Stamp Fairtex. 

Al no aparecer en el pesaje, se llegó a especular con que Meksen quizás no habría alcanzado el peso pactado, pero la luchadora desmintió esas informaciones en su cuenta oficial de Instagram alegando “problemas familiares”. Su vigente contrato con una de las principales compañías de deportes de contacto del mundo, la ONE Championship, es lo único que la frena de seguir peleando. “Quiero dar el salto al MMA porque actualmente en K1 y Muay Thai no tengo retos por delante”, asegura la luchadora. 

“Hasta que no se acabe mi contrato estoy atada”, zanja la deportista que actualmente solo puede competir en eventos organizados por su promotor. La falta de retos y peleas, la exaspera, pero no la detiene. “No hay tiempo para frustrarse, hay que entrenar y seguir”, añade. Las cifras hablan por sí solas. En total, Meksen ha peleado tan solo cuatro veces en tres años con ONE, mientras que con GLORY, la premier league del kickboxing, por ejemplo, había luchado nada menos que once veces en el mismo periodo. Meksen no tira la toalla y confía en poder cerrar mejores tratos en un futuro. 

“Este deporte es mi pasión desde que era pequeña, jamás me he planteado hacer otra cosa porque esto es lo que me gusta, quiero pelear”, asegura. Cuando cumplió los 18 años, se marchó de casa para perseguir su sueño. “Mi familia siempre ha seguido mi sueño conmigo”, explica, desde joven con el apoyo de su madre, hasta ahora junto a su marido y entrenador, Benoit Zede, que la acompaña en todos y cada uno de sus compromisos y entrenamientos, que no son pocos. 

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