FÚTBOL

¿Cómo afecta a los campos de césped artificial de Castellón el ultimátum de la Comisión Europea?

Plazo de siete años para cambiar los terrenos de juego de superficie sintética de caucho por otros compuestos de materiales no contaminantes

¿Cómo afecta a los campos de césped artificial de Castellón el últimátum de la Comisión Europea?

¿Cómo afecta a los campos de césped artificial de Castellón el últimátum de la Comisión Europea? / MEDITERRÁNEO

El fútbol modesto tembló la pasada semana, cuando la Comisión Europea anunció la prohibición del césped artificial en las instalaciones deportivas, un escenario más que común en la práctica totalidad de los campos de fútbol de la provincia de Castellón. El ente comunitario da un plazo de ocho años para sustituir este tipo de superficies alegando que, en muchos casos, estos terrenos de juego presentan una composición con sustrato de microplásticos, especialmente caucho

De este modo, lo que no se permitirá, a partir del 2030, no será disponer de césped artificial sino que éste disponga de componentes altamente contaminantes. De ahí que, en los próximos siete años, habrá que apostar por elementos respetuosos con el medioambiente.

Directiva CER

Así, el comunicado de la Unión Europea dispone que «todos los campos deportivos de césped artificial deberán prescindir de las micropartículas de caucho y reemplazarlas por otro sustrato que sea biodegradable y no perjudicial para el medio ambiente». Además, la Comisión Europea recalca que «la principal razón de la preferencia de la directiva CER fue que el material de relleno para su uso en superficies deportivas de césped sintético es el mayor contribuyente en términos de uso de microplásticos en los productos, así como la mayor fuente de emisiones medioambientales de micropartículas de polímero sintético presentes a escala europea». Atendiendo a esta medida, la mayor parte de los campos de fútbol de la provincia, de césped artificial, deberán cambiarse, ya que prácticamente todos son de caucho.

Entre los factores del éxito de las superficies sintéticas con este material, destaca tener un precio competitivo, una mejor experiencia para el jugador y un mantenimiento asequible. Pero todo esto quedará en un segundo plano el año 2030, cuando no se permitirán estas superficies por su alto grado de contaminación. 

¿Qué puede pasar?

  • Corcho: Una de las alternativas serían los terrenos de juegos artificiales compuestos por corcho, material más caro y que necesita un mantenimiento más costoso, amén de verse afectado en mayor medida que su homólogo del caucho con el paso del tiempo o puede moverse por las tormentas, de ahí que requiera reparaciones. No obstante, a día de hoy, es la salida más fácil, ya que es biodegradable.
  • Otros posibles materiales : Otras opciones serían los terrenos de juego de plásticos de invernadero reciclados, madera triturada, huesos de aceituna o incluso de fibra de coco, superficie que utiliza al Tropezón cántabro, sobre la que llegó a competir en Segunda B en la última década. 

El problema, el de siempre: el dinero

Sin embargo, no va a ser sencillo gestionar la situación, pues la retirada el caucho de un campo de fútbol puede llegar a significar 30.000 euros, sin contar qué hacer con esos residuos posteriormente. Cabe destacar que el origen del caucho que está bajo las botas de los jugadores cada semana proviene del reciclaje de neumáticos: ¿qué salida no contaminante se le va a dar este residuo?

¿Cómo afecta a los campos de césped artificial de Castellón el últimátum de la Comisión Europea?

¿Cómo afecta a los campos de césped artificial de Castellón el últimátum de la Comisión Europea? / AGENCIAS

El contexto de la provincia

A día de hoy, la inmensa mayoría de los campos de fútbol de la provincia son de césped artificial. De hecho, algunos cambiaron la superficie en el último lustro, como el Juan Bautista Planelles de Burriana (antiguo San Fernando), el Enrique Saura de Onda (antigua La Serratella) o El Arco de Soneja (ahora en Tercera)

Además, el Roda (también de Tercera), más todos los equipos castellonenses de Lliga Comunitat (L’Alcora, Vall de Uxó, Onda, Alqueries, Nou Jove en Benlloch y Almazora), también juegan sobre plástico; mientras que Els Ibarsos y Odisea son las únicas excepciones en Primera FFCV.

Apenas, algunos pequeños pueblos de interior del norte de la provincia o de la comarca del Alto Palancia, como Benassal, AlbocàsserRossellAtzenetaXertMorellaCaudiel o Castellnovo, juegan aún en césped natural; en muchos casos, porque no tienen capacidad económica para pasarse al artificial, debido al alto coste que supone el cambiar el tipo de tapete de su campo.

¿Y si el caucho no es el único elemento contaminante de los terrenos de césped artificial? También habría que tener en cuenta que la superficie, compuesta por polietileno, el elemento que simula el césped, podría ser tanto o incluso más contaminante que el propio caucho. 

Lo descartado

  • Césped natural: Lo que sí que es cierto es que no hay marcha atrás, ni se va a permitir el caucho ni es posible refugiarse en el césped natural, mucho más costoso y delicado, amén de requerir más cantidad de agua para el riego e inasumible para clubs o poblaciones que tienen un gran numero de equipos que deberían hacer uso de una superficie que no debería exponerse a mucho más de 10 horas de uso semanales.
  • Tierra: Mucho menos se contempla volver a los campos de tierra en pleno siglo XXI, un contexto impensable que, además, resultaría perjudicial a la hora de incentivar la práctica del fútbol.

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