Waterpolo

España se planta en su tercera final consecutiva en un Europeo (13-5)

Con un dominio aplastante desde el inicio del encuentro, las españolas se recompusieron al segundo del primer gol heleno a los pocos segundos de partido

Miki Oca hablando con sus jugadoras durante el partido.

Miki Oca hablando con sus jugadoras durante el partido. / EFE

Laia Bonals

España se planta en la final del Europeo por tercer año consecutivo. El torneo continental es una competición fetiche para las jugadoras dirigidas por Miki Oca y, ante Grecia (13-5), volvieron a demostrar porque ostentan el título de reinas de Europa. Una actuación coral liderada por las dianas de Judit Forca llevó a España a seguir haciendo historia y plantándose en su tercera final consecutiva. Las dos anteriores las ganaron y quieren repetir el mismo guion.

Con un dominio aplastante desde el inicio del encuentro, las españolas se recompusieron al segundo del primer gol heleno a los pocos segundos de partido. Tras la diana de Elena Ruiz para igualar el marcador, el conjunto español se impuso con autoridad y unos tras otro se fueron sumando enteros en el luminoso. Con los tantos de Judit Forca, Anni Espar, Isabel Paralkova y Nona Pérez se plantaron en la mitad del segundo tiempo con un 5-1 riguroso. El equipo heleno intentó revolverse y con una diana a los pocos minutos recortó mínimamente distancia firmando el 5-2.

En el tercer tiempo, España salió sin titubear. Judit Forca estuvo totalmente intratable de cara a portería y, primero de penalti y luego culminando una jugada colectiva, siguió engordando el marcador del equipo que ya es finalista por tercer año consecutivo. La batuta la llevó siempre el conjunto de Oca, que consiguió hundir las esperanzas de las helenas y cortocircuitaron su ataque dejándolas totalmente frustradas de cara a portería. Una solitaria diana del equipo heleno puso el 9-3 con el que se llegó al último tiempo.

El décimo llegó nada más empezar. Maica Garcia, Paula Crespi y Bea Ortiz siguieron liderando la apisonadora en que se convirtió España, que solo concedió un tanto más para una Grecia totalmente desvanecida, que no paraba de mirar el reloj buscando el pitido final.

El equipo de Miki Oca funciona como un reloj y por enésima vez cuenta los partidos por victorias. Cada jugadora tiene claro su rol, su papel determinante, y dentro del agua no tienen rival. Hace años que el método funciona y este equipo, que no para de suma mundiales, medallas olímpicas y títulos europeos, quiere seguir ampliando su palmarés. El próximo sábado lucharán por su cuarto Europeo.