Un Barça brillante se cita con el Madrid en la final de la Copa del Rey

Un Barça desatado (108-76), con un acierto estratosférico y que firmó un segundo cuarto que ya es historia de las Copas del Rey (40-8), superó al Lenovo Tenerife en la semifinal copera de Málaga 2024 para citarse este domingo, a partir de las 18.30 horas, con el Real Madrid, en la gran final que casi todos pronosticaban... y querían.

No hubo partido. El Lenovo solo aguantó los 10 primeros minutos. A partir de ahí estuvo a merced de un Barça muy coral, que esta vez no necesitó la mejor versión de Jabari Parker para acceder por la puerta grande al partido definitivo por el cetro copero

Si el Barça estuvo inmenso, el Lenovo Tenerife fue una caricatura. Ni rastro en la semifinal del equipo que el viernes se "cargó" al Unicaja. Ni agresivo atrás ni paciente para circular el balón en busca de la mejor opción de tiro ni acertado desde el perímetro. Vidorreta lo intentó con pequeños, con un quinteto más defensivo, con otro con algo más de músculo... Nada de nada.

Vendaval blaugrana

El Barça entró en el partido ya como un ciclón. Los blaugranas pusieron un ritmo muy alto desde el mismo salto inicial y el Lenovo sufrió. Los triples que les entrenaron a los canarios en cuartos de final esta vez se fueron al limbo y el equipo de Grimau se mantuvo por delante en el marcador (9-3). Txus Vidorreta le dio la manija a Marcelinho, fuera del 5 inicial otra vez, y entonces su equipo comenzó a jugar con más criterio. 6 puntos del base brasileño y un par de tiros libres de Jaime Fernández dieron la vuelta al marcador, dentro ya de los dos últimos minutos del primer cuarto (9-13). Grimau pidió un tiempo muerto para reorganizar a su equipo. Se enganchó el Barça, aunque un triple sobre la bocina de Abromaitis mandó el partido al primer parón con 2 de ventaja para los amarillos (14-16).

Momento Willy

Willy Hernangómez se echó al equipo a la espalda en el segundo cuarto. Pudo con Diop y pudo con Shermadini. El internacional español fue un puñal bajo el aro y el Barça lo aprovechó para irse de 9, 25-16. Fue el principio del fin. El Barça comenzó a gustarse. Defendió, reboteó, corrió y amenazó seriamente al Lenovo con un contundente +15, 35-20, tras 7 puntos seguidos de un Satoransky desatado. Siguió el Barça castigando desde la línea de 3 la defensa del Lenovo, que llegaba siempre tarde a puntear los tiros de Da Silva, Abrines, Laprovittola...

El partido entró en los 2 últimos minutos del primer tiempo con 47-21 y el convencimiento de semifinal rota. Mucho más por el lenguaje gestual de los jugadores amarillos que por el propio resultado, con mucho tiempo todavía por delante. El marcador al intermedio fue ya definitivo: 54-24... tras un parcial de 40-8 nunca antes visto en un partido de Copa.

Estaba claro que los 20 minutos que faltaban iban a ser de poco baloncesto 5 estrellas, con un Lenovo derrotado a su suerte y un Barça empeñado en minimizar esfuerzos y evitando riesgo de lesiones, pensando ya en la finalísima del domingo. El Carpena aprovechó para cantar, bailar, animar cada afición a sus respectivos equipos...

La diferencia se estabilizó en torno a esos 30 puntos de renta durante todo un tercer cuarto que se cerró con 78-48. Tampoco tuvo ninguna historia el último cuarto. Grimau repartió minutos entre todos sus jugadores. Si hubiera podido sacar a Caicedo y a Paulí, seguro que lo hubiera hecho, pero estaban descartados. Al final 108-76. No hubo semifinal por incomparecencia del Lenovo.