Las ayudas a la adquisición o construcción de vivienda habitual fueron borradas ayer de un plumazo en Alemania con el propósito de invertir en educación y en investigación los 6.000 millones de euros (un billón de pesetas) anuales que el Estado gasta en apoyar a los compradores.

Un país pobre de recursos como Alemania sólo se podrá mantener en la competencia internacional a largo plazo si invierte "en cerebros y no en hormigón", declaró ayer el ministro de Finanzas, Hans Eichel, aludiendo a la decisión del Ejecutivo de Schröder. El proyecto de ley deberá ser ratificado aún por el Bundesrat, cámara de representación de los estados federados, que ya en el pasado consiguió frenar la eliminación de estas ayudas.