ENTREVISTA AL AUTOR DE 'INQUIETUDES DE UN EUROPEO', RECTOR HONORARIO DE LA UJI E HIJO PREDILECTO DE CASTELLÓ

Francesc Michavila: "Crear una Europa del conocimiento es el siguiente paso"

Francesc Michavila, en el acto de presentación de su libro, en Madrid, esta semana, en los jardines de la Institución Libre de Enseñanza, de la cual es patrono.

Francesc Michavila, en el acto de presentación de su libro, en Madrid, esta semana, en los jardines de la Institución Libre de Enseñanza, de la cual es patrono. / Mediterráneo

Francesc Michavila es rector honorario de la UJI e Hijo Predilecto de Castelló. Con experiencia como consejero de Educación de España ante la OCDE, la Unesco y el Consejo de Europa; y como secretario general del Consejo de Universidades; ha presentado en Madrid esta semana su nuevo libro: ‘Inquietudes de un europeo’ (Editorial Tecnos). Es profesor emérito y catedrático de Matemática Aplicada de la Universidad Politécnica de Madrid; Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio y autor, entre otros títulos, de: Pasión por la educación, Mi París, Bolonia en crisis y La Universidad, corazón de Europa.

En su nueva obra, ‘Inquietudes de un europeo’, tira del hilo de temáticas de sus artículos publicados en Mediterráneo y cuenta con el ilustrador Xipell. ¿cómo surge la idea? ¿qué le brinda a los lectores?

Durante casi cuatro años publiqué en El Periódico Mediterráneo un artículo al mes dedicado a pensar sobre el porvenir de Europa, sus razones y expectativas. Mi objetivo no era hacer textos eruditos, sino pedagógicos, dedicados a los problemas y los sueños que compartimos los europeos. Inquietudes de un europeo reflexiona sobre el futuro de Europa. El texto se centra en el análisis de los obstáculos que debe aún superar el proceso de unificación de los europeos, un proyecto político de integración supranacional fundado tanto en la historia de sus pueblos como en la cultura y la ciencia. Decía Marcelino Domingo que Europa es la patria de la que merece la pena ser patriota.

-Su vocación europeísta, ¿cuándo surge, a qué edad se siente ciudadano de algo más amplio? Usted dice que «la patria más cierta se halla en la niñez»...

-Soy europeísta desde la primera adolescencia, desde que empecé a atreverme a pensar por mi cuenta. Mi padre fue el primero en darme argumentos para sentirme europeísta. Sí, los primeros años de vida son los que más nos marcan y definen. Creo que a lo largo de mi vida no he tenido mejor referencia, el lugar soñado donde volver, que mi primera niñez, la que viví en Castelló. Era Rainer María Rilke quien decía que la verdadera patria de una persona es su niñez.

-La unidad económica en la moneda es viable, pero la política ¿es una utopía? Con todo, se dictan normativas europeas que comparten todos los estados y se pueden considerar «sin ideología»...

-El primer paso formal hacia la unión fue el Tratado de Roma (1957), con la creación de la Comunidad Económica Europea, para favorecer la movilidad de las personas y las mercancías entre los seis países fundadores (Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo). La lucha por la Europa unida «para la paz entre los europeos» tiene 210 años de vida; desde que Henri Saint-Simon y Augustin Thierry en su obra De la réorganisation de la société européenne, donde hablaban de construir una Europa Unida sobre las que denominaban las artes de la paz: la industria y la ciencia. Cierto es que el euro es un caso de éxito, también el Acuerdo de Schengen para la libre circulación, o el Programa Erasmus de 1987 para la movilidad e intercambio de estudiantes universitarios.

-En la UE, ¿el europeísmo tiene sus límites: en cuanto a número de países socios y funciones?

-Los límites vienen marcados por la aceptación de unos valores compartidos para la vida en común. Estos son la libertad, la democracia, la tolerancia, el Estado de Derecho, el predominio de la razón, el respeto al diferente...Ese conjunto de principios para la convivencia que el Tratado de Lisboa consagró como los valores europeos. No hay que precipitarse en el crecimiento. La rapidez, acaso excesiva, de crecimiento hacia el Este, tras la caída del Muro de Berlín, ha sido con frecuencia una fuente de problemas, como los originados por Hungría y Polonia, recientemente.

Francesc Michavila (Castelló, 1948), en su ciudad natal, su refugio.

Francesc Michavila (Castelló, 1948), en su ciudad natal, su refugio. / Andreu Esteban

-¿En qué pasos puede avanzar a corto y medio plazo la UE?

-¿Basta con lo logrado hasta ahora? Creo que hay que seguir avanzando. Lo logrado es necesario, pero no suficiente. La creación de la Europa de la Educación y la Ciencia, o sea, la Europa del conocimiento debe ser el paso siguiente, el de la generación actual. Los agitados tiempos vividos en los últimos años han abierto los ojos de muchos que permanecían adormecidos. La preocupación por la salud y el medio ambiente se ha convertido en un tiempo corto en cuestiones capitales para la sociedad europea. Y ello significa que la Ciencia ha pasado a ocupar un lugar central en el escenario social. O sea, los grandes proyectos de investigación en asuntos sanitarios, de calidad de vida, de eliminación de la contaminación, de reducción de los gases de efecto invernadero, todos ellos marcarán la política futura de Europa. Y la complejidad científica lleva a las alianzas y la unificación de los esfuerzos científicos y, por consecuencia, a la integración supranacional que representa una Europa Unida.

-El 9 de junio se celebran las elecciones europeas, ¿es mejorable la participación? Muchos jóvenes votarán por primera vez...

- Europa es nuestra casa y debemos protegerla, cuidarla y soñar que cada día sea mejor. En un texto reciente del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores se afirmaba que, mirando como se halla el mundo, si la Unión Europea no existiese habría que inventarla. No debemos caer en ningún tipo de pesimismo ni abandono. A veces los europeos, del Norte y del Sur, tenemos el mal hábito de «mirar el dedo en lugar de mirar donde apunta», y eso es propio de mentes acomodaticias o perezosas. Poco antes de morir, Jacques Delors defendía el optimismo como forma de hacer política, y recordaba que durante el decenio 1985-1995, la época de mayores avances europeos, todos los países de la Unión y la Comisión Europea tenían gobernantes optimistas. Queda muchísimo por hacer para perder el tiempo lamentándonos.

-Ucrania tiene pendiente su solicitud de adhesión a la UE, que por otro lado en lo geoestratégico no agradaba en nada a Rusia. ¿Piensa que acabará pronto el conflicto; existe una amenaza real de otra guerra mundial en Europa?

-No tengo la bola de cristal para saberlo. Lo que sí que estoy convencido es que defender a los habitantes de Ucrania es un deber moral para quien se identifique con los valores europeos. La causa de la libertad será siempre la causa de los europeos, y la razón de la solidaridad hace el resto. No podemos olvidarnos de Ucrania por no ser miembro de la Unión Europea. Si caemos en semejante egoísmo podemos sufrir gravísimas consecuencias.

-¿Es lícito que la UE se posicione en conflictos exteriores como el de Israel-Palestina?

-Sí. Quien sea indiferente al genocidio del pueblo palestino es sencillamente miserable.

La portada del libro es una ilustración del dibujante castellonense 'Xipell' (Joan Montañés).

La portada del libro es una ilustración del dibujante castellonense 'Xipell' (Joan Montañés). / Mediterráneo

-¿Ha perdido fuerza la UE frente a China, India y otras potencias emergentes? ¿cómo puede sobresalir?

-Si Europa se une será una de las tres grandes potencias mundiales en muchos asuntos. No solo en la investigación científica, también en el comercio mundial. De este tema, de las relaciones con Norteamérica y con China y de la cuestión de la inmigración, de su integración y el peligro de los populismos me ocupo con un cierto detenimiento en mi libro.

-El libro se lo dedica a su hijo, Jaume, «el relevo y la esperanza». ¿Cómo será ese mundo europeo en un futuro?

- Más tolerante, más mestizo. Si hacemos bien nuestros deberes parando los pies a los fanatismos y a los intolerantes, si ponemos siempre la ciencia y la innovación al servicio de la sociedad, si estimulamos mucho más que hasta ahora la justicia social y las políticas de equidad, el mundo de las siguientes generaciones será mucho mejor y más vivible.

-¿Es hora de abrir Castelló al mundo, cómo?

-En la vida hay momentos que son oportunidades especiales para determinados logros. Pienso que el actual es uno de ellos para abrir Castelló al mundo, en particular, para que sea nuestra ciudad activa en las corrientes actuales de dinamización de las ciudades europeas. Desde hace unos años me consta, por medio de amigos míos de otros países europeos, que nuestro Castelló empieza a estar presente. Para ello es fundamental que los proyectos colectivos se pongan por delante de los intereses personales.

-Su próximo proyecto...

- ¡Celebrar dentro de pocos días el ascenso del CD Castellón a Segunda División! 

*Para saber más: AQUÍ puedes leer los artículos de opinión de Francesc Michavila en El Periódico Mediterráneo.

Puesta de largo en Madrid, con el Defensor del Pueblo

La puesta de largo de la nueva obra literaria de Francesc Michavila se celebró con un acto en la Institución Libre de Enseñanza y contó con la intervención del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo; la senadora castellonense Amparo Marco, el periodista Xavier Vidal-Folch y la consejera delegada del Grupo Anaya, Marta Martínez. Gabilondo resaltó de la obra que "no está solo plena de convicción, de philia europea y europeísta, sino a su vez de compromiso y de valores. Muy explícitamente contra las inequidades y frente a la desigualdad, y por la no discriminación". En su opinión, propone "la mejor medicina para Europa: la educación y la ciencia". En su opinión, se promulga "la Europa de las universidades, de la cultura, del saber, de la ciencia", que se contrapone a "la Europa del mercado, la Europa de la seguridad y de las fronteras".

Presentación.

Presentación. / Mediterráneo

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