REPORTAJE

Francesc Michavila: Hijo Predilecto y festero de Castelló

Francesc Michavila disfruta al máximo de las fiestas de la Magdalena en las que siente «a flor de piel los valores que nos identifican como pueblo: alegría de vivir, recuerdo colectivo y sentido de pertenencia»

Francesc Michavila, el día de la Romeria de este año en la plaza Mayor de Castelló.

Francesc Michavila, el día de la Romeria de este año en la plaza Mayor de Castelló. / Erik Pradas

Francesc Michavila Pitarch, 74 años, catedrático de Universidad, nacido en Castelló el 12 de diciembre de 1948 e Hijo Predilecto de la Ciudad de Castelló es un enamorado de las fiestas de la Magdalena.

Ahora reside en Madrid, pasa largas temporadas en Benicàssim y mantiene intacta su relación con la ciudad donde nació por lo que siempre que puede visita la Plana para disfrutar de la semana grande de la capital. Y este año ha sido especial porque lo ha hecho con este título honorífico del que se siente, como buen castellonero, muy orgulloso.

Para Michavila, las fiestas de la Magdalena significan una oportunidad para sentir a flor de piel bastantes de los valores que «nos identifican como pueblo: la alegría de vivir, la camaradería, el sentido de pertenencia, el recuerdo colectivo de los orígenes que nos identifican». También la amistad y la sensación de pertenecer a una gran familia, «a cuyos miembros les unen razones más fuertes que cualquier divergencia. Las fiestas constituyen una fuente poderosa de cohesión de nuestro pueblo». 

Recuerda con mucho cariño cómo vivía las fiestas cuando residía en Castelló: «Sin parar, de un lugar a otro, con unos amigos y con otros… No faltaba nunca una visita al rey Jaume I y no me perdía ninguno de los fuegos artificiales que en esa época tenían lugar durante las celebraciones. También me viene el recuerdo de la traca final, que procuraba correrla», explica este castellonense.

Mucha ilusión

Hoy en día, con el paso de los años, las disfruta más pausadamente, aunque con la misma ilusión y orgullo de siempre, y dando «mayor importancia a los placeres gastronómicos». Eso sí, siempre que ha podido no ha faltado al Pregó, que es uno de sus actos preferidos de las fiestas fundacionales. También el encanta la Romeria y el homenaje a Jaume I que este año disfrutó de forma especial. 

Ha pasado en la ciudad todas las fiestas. «Como Hijo Predilecto, este año es lo mínimo que puedo hacer», destaca Francesc Michavila, después de comentar que su familia conoce bien las fiestas, les gustan mucho y las disfrutan en todo momento. Las ha disfrutado con su mujer y su hijo Jaume que recibió ese nombre como homenaje a Jaume I y también lo ha pasado en grande con sus amigos de Castelló con los diversos planes que han trazado.

Francesc Michavila ha vivido de forma intensa las fiestas fundacionales de este año como Hijo Predilecto de Castelló. Una distinción que recibió el pasado mes de septiembre y que ostenta con orgullo en todos los lugares que recorre, también en Europa.

El pasado domingo, día grande de las fiestas, participó de forma activa en la Romeria junto a la comitiva oficial. Ya desde primera hora de la mañana, se acercó hasta la plaza Mayor y, como buen hijo de Castelló, lució la blusa negra, así como el pañuelo y la cinta verde y la caña. Fue, sin duda, uno de los motivos más especiales de una gran semana que guardará para siempre en su corazón: las primeras fiestas que ostenta con la máxima distinción castellonense. Ahora solamente queda esperar al año que viene cuando Castelló, el tercer domingo de Cuaresma vuelva a recordar sus orígenes y a hacerse romero. Seguro que Francesc Michavila vuelve a vivir las fiestas con entusiasmo.