Con la inminente llegada del 2021 se cumple un año de la anhelada liberación de la AP-7 en la provincia de Castellón, una reivindicación histórica que ahora se traduce en cifras. Por un lado, destaca el incremento de tráfico del vial, que ha ayudado a descongestionar otras carreteras como la CV-10; y por otro, ha conllevado un importante ahorro tanto para los transportistas como las familias. En concreto, y según datos ofrecidos ayer por Gloria Calero, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, «la gratuidad ha supuesto un importante ahorro para los transportistas, cuantificado entre 2.000 y 2.500 euros por vehículo». En el caso de las familias, se sitúa «entre los 250 y 350 euros anuales».

El fin del peaje en la AP-7 entre Tarragona y Valencia liberó 120,5 kilómetros de la autopista a su paso por la provincia de Castellón. Según números facilitados por el Ministerio de Transportes a este diario, que excluyen los meses anteriores a junio por la pandemia del coronavirus, la media de vehículos creció de un año para otro. La media anual de 2019 se sitúa en 22.469, lejos de los 27.140 de la de este año. En cuanto a los vehículos pesados también se crece: de los 6.567 de media anual del 2019 a los 8.440 del presente ejercicio.

Este nuevo escenario provoca nuevas necesidades. Así lo indican desde la Asociación Empresarial Castellonense de Transportes de Mercancías (ACTM), que pide «la creación de áreas de servicio seguras dado el déficit que hay en este momento», así como «más seguridad» en las ya existentes. Desde la ACTM explican que «la necesidad es aún mayor en el caso de los aparcamientos específicos para mercancías peligrosas».

positivo / Con todo, el balance general es positivo. «Es una de las pocas buenas noticias que hemos tenido en el 2020», añade Lara San Miguel, la secretaria de la ACTM. Los beneficios más claros son «la reducción de costes en el gasóleo que ayuda a mitigar mínimamente la subida de otros costes o la caída de actividad del transporte por la pandemia -que en el segundo trimestre llegó a desplomarse en muchos casos hasta el 50%». También valoran desde el sector «la reducción de la siniestralidad debido a la descongestión de la CV-10 donde se generaban muchas retenciones a la altura de las zonas azulejeras» de la provincia.

reivindicación empresarial / Cautela similar expresa desde Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana, su presidente, Salvador Navarro. «La liberalización supuso una buena noticia para el transporte por carretera y era una reivindicación de los empresarios exportadores de la Comunitat Valenciana desde hace mucho tiempo», concede.

Eso sí, «no obstante, es muy difícil valorar ahora si la eliminación de este peaje puede producir problemas en el tráfico, como se temía, y estamos ante un año atípico a raíz del covid-19, que impide poder comparar la densidad del tráfico antes y después de la liberación de la AP-7», apunta Navarro, que insta a esperar a esos futuros estudios de tráfico para concretar la valoración.