Más de 150 son los efectivos de los cuerpos de seguridad que velan este fin de semana en Vila-real por el cumplimiento del cierre perimetral decretado por la Generalitat para los municipios de más de 50.000 habitantes.

Las distintas patrullas, tanto de la Policía Local como de la Policía Nacional, iniciaron el operativo a las 15.00 horas. Un protocolo cuyo objetivo es controlar las principales entradas y salidas de la ciudad, en especial los accesos por el norte y el sur --desde Castelló y València--, así como las carreteras de Burriana y Onda.

Precisamente, junto a este último vial se ubican decenas de empresas, mayoritariamente vinculadas al sector cerámico, que emplean a cientos de trabajadores no solo de Vila-real sino también de otros municipios de la provincia.

En concreto, fuentes municipales indicaron que la Policía Local destina algo más de 100 efectivos, entre agentes y mandos, para llevar a cabo la vigilancia de los puntos elegidos, siempre en coordinación con los agentes del Cuerpo Nacional de Policía.

«Los controles se realizan por tiempo limitado y en rotación, de manera que cuando el personal del cuerpo municipal se marcha de allí ya montan su dispositivo los policías nacionales», explican.

Las mismas fuentes hacen hincapié en que la vigilancia se aplicará durante todo el día --mediante turnos de mañana, tarde y noche--, en lugares como las rotondas de la calle Onda con Senda Pescadors, avenida Castelló con Camí Vell d’Onda a Castelló y avenidas Bèlgica y Arcadi Garcia, así como en las glorietas de la entrada a Vila-real desde Burriana o la existente en la avenida Europa, frente al colegio Santa María.

ÚLTIMAS TECNOLOGÍAS // Asimismo, los agentes locales cuentan con el apoyo de dos drones que, además de vigilar estos espacios desde el aire, también informan a vecinos y conductores, a través de megafonía, del cierre perimetral decretado por el Consell. Además, con estos dispositivos, la Policía Local también inspeccionará los recintos lúdicos al aire libre --como el paraje del Termet o los jardines de Jaume I, de la Mayorazga o de la Ciutat Esportiva Municipal--, con el objetivo de evitar la aglomeración excesiva de personas, ante la imposibilidad de salir de Vila-real. Y a ello se suman los agentes y los perros de la unidad canina.

Por otra parte, desde la Policía Local informan que los dispositivos también incidirán hoy sábado y mañana domingo --básicamente en horas punta matinales-- en el control de ciclistas que, por costumbre, aprovechan las mañanas de los fines de semana para recorrer kilómetros. «En este caso, hay que recordarles a los usuarios de bicicletas, así como a peatones u otros deportistas, que el cierre perimetral es para todo el mundo, independientemente de si se va a pie, en bici o en coche», señalan.

Las acciones para garantizar el cumplimiento de la medida se complementan con avisos a través de los vehículos policiales.

Permisos para trabajar y estudiar

El cierre perimetral de Vila-real establecido a partir de las 15.00 horas obligó a cientos de trabajadores y a familias enteras a hacerse con los justificantes necesarios para evitar que los cuerpos de seguridad les sancionaran en el caso de querer salir o entrar a la ciudad, en la mayoría de los casos para ir al trabajo o regresar a casa una vez cumplido el horario laboral.

En este supuesto se encuentran, por ejemplo, Pascual Moliner, jardinero de profesión y responsable de su empresa familiar; y Félix Torres, encargado en una mercantil de productos de construcción. "Si el trabajo del viernes se alarga por cualquier causa, el cierre a las tres de la tarde nos puede pillar fuera de Vila-real o volviendo ya a casa, por lo que necesitamos algún tipo de salvoconducto", explica Moliner. Por su parte, Torres reside en la Vall d’Uixó, por lo que necesita un justificante para regresar a casa cuando acaba la jornada a las 18.00 horas.

Una situación más compleja es la que vive desde ayer María José Jurado quien, aunque vila-realense de nacimiento, reside en Onda. Ella trabaja en Vila-real, donde dos de sus hijos van a la escuela y al instituto; y la mayor estudia en la Escuela de Hostelería de Castelló, por lo que requiere de cuatro justificantes.