Noa Pascual, el encanto de vivir historias de la luz

Después de cuatro años en la gaiata, puedo representar a mi sector con la banda blanca». El madrinazgo es para ella «un premio», señala Noa Pascual Soler, una encantadora niña que vibra emocionalmente, a sus 8 años, con un privilegio magdalenero al alcance de muy pocas castelloneras que darían muchas cosas por ocupar un trono de princesas en el sueño de las luces. Un cargo que le hace «mucha ilusión», asegura pletórica.

Estudiante de tercer curso de Educación Primaria en el colegio público Isidoro Andrés, sus compañeros, entre sorprendidos y satisfechos, le comentan que tiene que «ser muy divertido», pero también que tiene «muchas obligaciones». En su espontaneidad y naturalidad pasmosa, desea que su presentación de mañana en el Palau de la Festa «sea muy divertida». Así será. No hay duda.

De la semana grande magdalenera, Noa cita como sus actos preferidos «sacar la gaiata del Espai Fester» para llevarla al Forn del Pla (Noa es la primera niña gaiatera que se refiere a este divertido y singular momento festero en centenares de entrevistas realizadas a los niños de los sectores), cómo no, «la Romeria», una buena enseñanza de sus progenitores, «el Desfile de Gaiates, la Ofrenda de Flores y las mascletaes».

Una Noa que, con otros tres niños de la comisión infantil, está disfrutando momentos felices en una gaiata que le está dando cariño y, al tiempo, regalando sonrisas en una vivencia irrepetible.

De mayor, la madrina infantil quiere ser «veterinaria o peluquera de mascotas», aunque se trata de una decisión que todavía tendrá tiempo para perfilar. De las horas que pasa en el centro escolar manifiesta su predilección por jugar con sus amigos en Inglés, las Matemáticas, la Lengua y también la clase de Dibujo.

UNA INVITACIÓN // Volviendo al tema de las fiestas mayores de la ciudad, la madrina infantil de l’Armelar lanza una invitación a los niños castellonenses para que formen parte de las comisiones de sector, «ya que se lo pasarán muy bien», concreta una niña que se mueve entre la inquietud y las emociones desbordadas en las vísperas de la gala de su proclamación en el Palau.

A escasas horas de su proclamación como princesa del escudo de la gaiata l’Armelar, y que representa els farolets que alumbra la noche del tercer domingo de Cuaresma rodeando al triunfal guarismo 4, Noa todavía no tiene claro el color de la falta para la presentación. «Estoy dudando entre dos gamas cromáticas», subraya la representante infantil de la calle Navarra y adyacentes, que, sin embargo, sí que expresa su preferencia por el delantal como el complemento más bonito del traje de castellonera «por sus brillos en la noche».