Castellón cuenta con 11 municipios listos para convertirse en destinos turísticos inteligentes. Implantar un servicio de drones de apoyo a los socorristas, boyas que detectan la presencia de medusas o lavapiés con temporizador, para ahorrar agua, son propuestas que podrán aplicar. Ideas sobre las que asesorará la Generalitat, tal y como destaca a Mediterráneo el director de Inteligencia Turística del Invattur, Mario Villar, quien resalta que la aplicación de tecnología «en playas y espacios naturales», por un lado, «da un nuevo servicio al turista y, por otro, permite utilizar estos datos (big data e internet de las cosas-IoT) para la gestión y estrategia turística de los destinos».

En Castellón, actualmente, están adheridos a la Red de Destinos Turísticos Inteligentes 11 destinos: Benicarló, Benicàssim, Castelló, Torreblanca, Orpesa, Peñíscola, Vinaròs y el Consorcio Plana Baixa --en la costa--; y en el interior, Morella, Onda y Mancomunidad Espadán-Mijares, así como la Diputación provincial, según indicaron desde la Turisme Comunitat Valenciana.

Sobre el impacto actual en la provincia, Villar explica que es todavía incipiente y, ahora mismo, se encuentran desarrollando una experiencia piloto práctica en Benicàssim; y un estudio, todavía en la fase de la teoría, para el litoral de Vinaròs-Benicarló.

GANDÍA Y BENIDORM / «La tecnología para las playas inteligentes será valenciana, desarrollada desde el campus de Gandia de la Universitat Politénica de València (UPV). En Benicàssim --la única, junto con Benidorm y Gandia-- tenemos instalados unos sensores que, tras un tiempo recabando datos, por primera vez podremos analizar este verano», indica. Es información en tiempo real sobre el medio ambiente (temperatura, humedad y radiación ultravioleta), «que se enviará a una plataforma en la nube y de ahí al servidor de aplicaciones». Como detalla Villar, «las posibilidades que abre este proyecto de playas inteligentes son muchas. Pronto se pueden incorporar variables como la saturación de los aparcamientos, los niveles de ruido, utilizar drones para la vigilancia de los bañistas, accesibilidad…». Sobre Vinaròs y Benicarló, lo que pretenden es planificar el destino conjunto para atraer turistas. «Estamos preparando un documento con una capa inteligente, es decir, la aplicación de la tecnología para la mejora en la toma de decisiones, así como dar un mejor servicio a todos los agentes de la ciudad: administración, empresas, turistas y los propios ciudadanos», señala.

Para Villar, es clave seguir adelante y permitir que los sensores que tiene ahora Benicàssim recojan otros datos, «que pueden ayudar a planificar servicios como la limpieza o el salvamento marítimo». En su opinión, «Castellón contiene una estructura natural muy propicia para investigar y aplicar la tecnología, ya que recibe turistas y excursionistas en diferentes fechas del año. Desde Invattur se va a prestar servicio a dos destinos más, aún por determinar», puntualiza.