El confinamiento obligó a los docentes de Castellón a reinventarse y reciclarse para no dar por perdido el año académico. Las nuevas tecnologías han sido fundamentales en un final de curso atípico, pero no todo el profesorado tiene las mismas habilidades, lo que ha provocado agravios comparativos entre centros o entre cursos de un mismo colegio o instituto. Mientras que unos daban clases en videollamadas colectivas (gracias a aplicaciones como Zoom o Meet), otros descartaban hacerlo por motivos diversos. Ahora, con el curso finalizado, las miradas están centradas en el 2020-21, cargado de retos y nuevas directrices organizativas a causa de la pandemia.

Ante las desigualdades observadas en la formación del personal docente, el sindicato mayoritario STEPV pide a la Conselleria más cursos sobre nuevas tecnologías aplicadas a la educación. «Todavía no sabemos cuál será la oferta formativa del Cefire. Lo que está claro es que debe ser muy superior a la de cursos pasados por las necesidades específicas que plantea la crisis sanitaria», destacan fuentes sindicales de Castellón.

Desde STEPV señalan que, aunque la intención es que la educación sea mayoritariamente presencial, hay que estar preparados por si la situación obligara a fomentar nuevamente el teletrabajo o derivara en un nuevo confinamiento. «Debe aumentarse la oferta y variar la temática si fuera necesario para implementar más cursos gratuitos sobre aplicaciones web, programas aplicados a la enseñanza y utilización de herramientas para garantizar un mínimo de conocimientos», señalan a este diario.