Alberto forma parte de un colectivo al alza entre los españoles: el de los que viven solos. Por motivos de trabajo, este joven se ha trasladado recientemente a la capital de la Plana y, a la hora de buscar piso, se ha encontrado frente a una auténtica odisea, pese a que un 25% de los hogares del país están habitados por una sola persona. ¿La razón? La oferta de viviendas de una o dos habitaciones es prácticamente inexistente en la ciudad, y los inmuebles con más estancias se van mucho de precio para quienes deben costearlo mes a mes con un solo sueldo.

En Castelló los precios de los arrendamientos han ido al alza en el último lustro, incrementándose en más de un 30%. Ello significa que ya es posible encontrarse con que inmobiliarias o particulares piden hasta 700 euros mensuales por una vivienda, algo impensable hace no tanto. Aunque, como indican quienes trabajan a diario en el sector, este tipo de casos son excepciones.

Viviendas de lujo

«Puede haberlos, pero solo en viviendas de lujo, grandes y situadas en algunas de las zonas en crecimiento o en alguna calle muy puntual del centro histórico», explicó el gerente de la inmobiliaria Marvic, Tomás Marco. No obstante, este profesional aseguró que lo más habitual en las calles céntricas es tener «dificultades para encontrar salida si el precio es superior a los 500 euros, 550 como máximo».

Los barrios periféricos de nueva construcción son otra cosa, y en este punto Sensal se lleva la palma. «Es el barrio de moda, donde quiere vivir la gente joven, que es la que mayoritariamente opta por el alquiler», afirmó Marco, que tiene clara cual es la fórmula del éxito para este tipo de cliente: «quieren fincas con zonas comunes, con piscina y si puede ser pista de pádel». La decisión de las grandes superficies comerciales de trasladarse a estos puntos de la ciudad facilita la vida en unas zonas que antes carecían de algunos servicios básicos, pero también eleva el precio en muchos casos más allá de los 600 euros.

¿El resultado de todo ello? «Que cuando entra una vivienda de una o dos habitaciones, se alquila al día», indicó Marco. «La semana pasada un inversor arrendó tres pisos en Sensal, de dos habitaciones y por cada uno de ellos pedía entre 550 y 575 euros mensuales. En apenas unas horas recibimos más de 30 solicitudes de personas interesadas», resumió el responsable de Marvic.

Reformas

Precisamente, la figura del pequeño y mediano inversor --los grandes se centran en grandes capitales y apenas hacen su aparición en Castelló-- se ha convertido en un elemento dinamizador del sector inmobiliario. Sabedores de la elevada rentabilidad del arrendamiento, son muchos quienes adquieren viviendas antiguas para reformarlas y ponerlas en alquiler. Además, por ejemplo Fincas la Plana construye una finca solo para arrendamientos cerca de El Corte Inglés.