La UJI ha desarrollado nuevos compuestos para tratar enfermedades infecciosas tropicales como la malaria, la enfermedad del sueño, el mal de Chagas y la leishmaniasis. Se trata de “un alentador avance”, ya que muestran una baja toxicidad, lo que podría evitar los efectos secundarios.

Estas patologías, presentes principalmente en los países en desarrollo, son transmitidas por insectos que transportan un parásito infeccioso para los seres humanos. Los compuestos patentados responden a este desafío mundial y pueden ser la base para desarrollar nuevos fármacos más eficaces y menos tóxicos para las patologías, ya que los medicamentos que se emplean ahora evidencian una baja eficacia o efectos secundarios indeseables.

La innovación de estos compuestos reside en su alta selectividad y baja toxicidad, ya que, como explica el investigador Florenci González, “inhiben la acción de unas enzimas que catalizan procesos metabólicos claves durante la infección de protozoos que causan las enfermedades tropicales infecciosas”. “Estos compuestos bloquean el ciclo de vida natural de estas enzimas, llamadas cisteína proteasas, e impiden el avance de la infección sin mostrar los efectos secundarios que tienen los compuestos tradicionalmente utilizados en el tratamiento de estas enfermedades”, apostilla. H