Ya lo insinuó el jueves el candidato por el PSPV de Nules, Adrián Sorribes: ¿Por qué no podría ser alcaldesa Rosa Ventura, de Més Nules, con un solo concejal? Lo que sería una idea descabellada, teniendo en cuenta la representatividad de cada cual --Més sumó 618 de 7.093 sufragios--, no dejaría de ser una repetición de lo vivido en la localidad en el 2015, cuando PSOE, Més Nules e IPN hicieron munícipe a David García (CCD), el menos respaldado, con 457 votos de 7.400 emitidos.

Este último es quien se postula ahora a la reelección por Centrats en Nules (CeN) y lleva desde el domingo pasado reivindicando su legitimidad para ser primer edil. La plataforma que representa --nacida de la unión de CCD e IPN-- pasa de 2 concejales --el propio García (CCD) y César Estañol (IPN)-- a 6, convirtiéndose en la lista más votada, por una diferencia de 8 papeletas por encima del Partido Popular, cuyo portavoz, Mario García, describió la situación como un «empate técnico». Similares circunstancias, con los mismos protagonistas, pero esta vez en el lado opuesto de la balanza.

David García declaró a Mediterráneo el martes pasado: «Nosotros no vamos a negociar una alcaldía compartida. No lo hicimos hace cuatro años y tampoco lo haremos ahora». A Sorribes no le gusta que se den estos titulares antes de llegar a la mesa de negociación, entre otras cosas porque la experiencia habla de que los más pequeños pueden plantar cara al más grande. Mario García perdió la alcaldía a un edil de la mayoría absoluta, a CeN les faltan tres para alcanzar ese límite.

Cierto es que, atendiendo a la lógica política e ideológica, resulta difícil de creer que los populares puedan refrendar la elección de Adrián Sorribes o Rosa Ventura para dirigir el consistorio, pero no estaría lejos de la sorpresa que se produjo el mismo día de la constitución de los ayuntamientos en junio del año 2015, cuando dos partidos, que se califican de centro-derecha, pactaron con dos de izquierdas para que el PP no gobernara.

Nada es seguro

Ante este panorama, si se puede sacar algo en claro de la tesitura por la que atraviesa el futuro ejecutivo local, es que cualquier cábala que se haga es tan posible como todo lo contrario y que tensar demasiado la cuerda por algún lado, podría dar la vuelta a la aritmética electoral.

A pesar de que Més Nules (confluencia local de EU y Compromís) ha perdido dos concejales respecto de la legislatura anterior, su candidata, Rosa Ventura, no puede descartar hoy por hoy formar parte de nuevo del gobierno local o, incluso, dirigirlo, aunque ella crea que ocupa la posición más débil. El próximo martes hay asamblea de EU y el jueves siguiente de Més. Están abiertos a negociar y su apuesta pasaría porque hubiera una continuidad.