l número de camas en alojamientos turísticos de Benicàssim va en aumento. Un nuevo promotor ha solicitado licencia de obra en el Ayuntamiento para la construcción de un hotel en segunda línea, entre las playas l’Almadrava y Torre Sant Vicent.

El complejo aspira a ser categoría cuatro estrellas y tendrá planta baja más cinco alturas y una cubierta con piscina infinity. El proyecto básico contempla 54 habitaciones, 10 de ellas suites.

Y todas, a excepción de las de la primera planta, tendrán vistas al mar. Y es que, pese a que la parcela se encuentra en segunda línea, está prácticamente como en la primera, ya que solo tiene villas delante. La idea es que, además, la terraza tenga un valor añadido con un jacuzzi exterior.

El edificio también contará con zonas comunes en el sótano. Por un lado, estarán las destinadas al relax, con spa; y, por otro, una sala de fiestas para celebraciones como bodas, bautizos o comuniones o bien para conferencias o reuniones de empresas, como espacio polifuncional. Además, habrá otra sala equipada para gimnasio como complemento.

El promotor, Joan Bonet, explicó a este periódico que espera que las obras puedan comenzar en unos seis meses para abrirlo en 2023, ya que el plazo de ejecución de los trabajos es de 24 meses. Aunque todo depende de los trámites administrativos con el Ayuntamiento y de cuándo su empresa obtenga la correspondiente licencia de obra.

El concejal de Urbanismo, Carlos Díaz, explicó que los técnicos municipales están estudiando el proyecto, que sea acorde a la normativa vigente y pedirán las subsanaciones oportunas para proceder a la emisión de la licencia.

Y destacó que Benicàssim «actualiza su red hotelera, con la incorporación de nuevos hoteles, modernos con diseño, calidad e inversión importante». «Lo que añade camas y constata que Benicàssim está de moda, cada vez más inversores apuestan por este tipo de actuaciones». A lo que añadió que la localidad va «teniendo poco a poco más hoteles». En los últimos años el sector ha tomado impulso, con la reforma y ampliación de los existentes y la creación de otros nuevos, como uno en el casco urbano y otro que está en construcción.

Además, en la playa, el verano pasado abrió un apartotel en la zona de l’Almadrava. Y un fondo de inversión compró la parcela próxima a los apartamentos Hawai a primera línea de la playa Heliópolis, y está buscando un hotelero que lo explote.

Con todo, las habitaciones han crecido ya en Benicàssim en cerca de medio centenar. Pese a que es una cifra humilde, sí resulta significativa en una localidad con las plazas hoteleras muy limitadas (alrededor de 3.000) y en la que, tras el boom que se registró en las décadas de los 60 y 70, con la construcción de la mayoría de hoteles, comenzó a estancarse el sector desde que se alzó en el año 1987 el Canadá, en el casco urbano, con una parálisis de unas tres décadas. H