La camiseta del Villarreal con el 8 a la espalda casi siempre ha estado rodeada de cierto misticismo. Con ella se estrenó en Primera con el equipo groguet Gica Craioveanu, el primer fichaje mediático de la era Roig. El delantero rumano celebró muchos goles y alguna que otra gesta con ella, como aquel primer triunfo del Submarino en el Camp Nou o la primera vez que el Valencia hincaba la rodilla en el entonces Madrigal a principios de 1999.

Brevemente, Jorge López recogió el testigo, triunfando antes de hacer las maletas en dirección a Mestalla. Fue el puente hacia el primero de los grandes 8 a los que la afición amarilla ha, literalmente, idolatrado. Riquelme hizo que ese número fuera el más solicitado por niños y mayores hasta el 2006, año de su traumática salida. El 8 no podía tener mejor heredero que Santi Cazorla, ya por entonces con una proyección que le llevaría a levantar la Eurocopa del 2008 con España o, tres años más tarde, a triunfar por todo lo alto en la Premier como gunner. El asturiano luciría durante cuatro años ese 8 mágico. Han tenido que pasar ocho años más para que lo recupere.

La nueva elección

El Villarreal hizo ayer oficiales los dorsales que lucirán sus futbolistas en el arranque de la Liga 2019/2020, mañana en La Cerámica. Allí volverá a aparecer Cazorla con el 8 a la espalda, tras el breve paréntesis de la pasada campaña, en la que Fornals fue el encargado de llevar el carismático dorsal. Pese a momentos brillantes, como la vaselina en el primer triunfo amarillo en el Bernabéu o la exhibisión de la pasada Liga en San Mamés, la irregularidad del castellonense le impidió sacar todo el lustre posible a una camiseta tan especial, aunque dejó más huella que los anteriores dueños del dorsal: Ike Uche y Jonathan dos Santos.

Ya con el 8 libre, Cazorla ha decidido dejar atrás el guiño que le hizo a su excompañero y amigo Marcos Senna, llevando en su regreso al club el 19 de otro campeón continental con la Roja. El 8 del Submarino recuperará la magia en todo su esplendor.

Cazorla no es el único futbolista que se mantiene en el equipo después de la complicada pasada campaña que cambia de número. Así, Funes Mori deja el 4 a Pau y se queda con el 6 que ha dejado libre Víctor Ruiz. Tres canteranos, Chukwueze, Morlanes y Quintillà, rebajan sus dígitos para enfundarse camisetas ya con dorsales de primer equipo. El nigeriano lucirá el 11, el mediocentro el 15 y el lateral izquierdo el 16.

Chakla, sin dorsal

El defensa del filial Sofian Chakla,pese a optar a cubrir el déficit en el perfil diestro del centro de la zaga, se queda sin número en el primer equipo, algo que sí han conseguido Leo Suárez o Ramiro Guerra, dos jugadores que en principio estaban llamados a salir. Como Cáseres, que de momento mantiene el 5.