El CD Castellón ha sufrido en este ejercicio 2017/18 un cambio radical. La salida de David Cruz de la presidencia, dando entrada a una directiva que respira castellonerismo por los cuatro costados ha devuelto la ilusión a toda la familia albinegra. No en vano, el club de la capital de la Plana puede presumir en estos momentos de tener 10.273 socios, Centuriones... incondicionales.

La llegada del grupo que lideran el presidente Vicente Montesinos, el director general, Jordi Bruixola, y los futbolistas profesionales Àngel Dealbert, que ha elegido ayudar desde el campo a su CD Castellón, y el castellonense Pablo Hernández (Leeds United inglés), junto a su padre, Alfonso, han servido para inyectar optimismo en una ciudad huérfana de amor por el fútbol.

Y uno de sus mayores secretos ha sido castellonizar el equipo, fichando futbolistas de superior categoría y de la terreta. Mediterráneo reunió en Castalia a varios de ellos, pesos pesados como el propio Dealbert, Arturo Navarro, Rubén Fonte y Jordi Marenyà, así como el valenciano Enrique Sampedro. Todos ellos realizaron su brindis deseando Feliz Navidad a la parroquia albinegra y pidiendo un único deseo para el 2018, además de tener salud: «El ascenso». Una petición unánime.

ilusión por bandera / El más representativo, el recién llegado Àngel Dealbert tiene muy claro que «subir es cosa de todos». Y por eso «para el nuevo año pido el ascenso del CD Castellón a Segunda B. La afición lo merece. Sin duda».

Totalmente establecido y familiarizado en la entidad, el también defensa central Enrique Sampedro quiere la gesta por el cariño de la hinchada. «Al nuevo año le pido el ansiado ascenso, para devolver a la afición todo el apoyo y cariño que nos dan. Y así poco a poco volver a la categoría que se merecen estar», dijo.

El burrianense Rubén Fonte, uno de los más implicados por y para el club, sueña con darle la alegría que la masa social merece. «Desearles a todos una Feliz Navidad y un próspero año nuevo, lleno de salud para todos, y con la ilusión de seguir contando con el apoyo incondicional de nuestra gran afición y poder celebrar juntos la mayor de las alegrías al terminar la temporada, Feliz 2018. #PPO», recita.

Otro de loa capitanes, el vila-realense Jordi Marenyà es claro: «Feliz Navidad y año nuevo a todo el albinegrismo. Espero que el 2018 nos de muchas alegrías que se refrenden con ese ansiado ascenso. ¡Pam Pam Orellut!».

Por último, el castellonense Arturo Navarro quiere que «la sufrida afición orellut por fin se lleva en 2018 una alegría». Eso sí, no se olvida de la salud: «Que este año nuevo venga cargado de salud para todos y el ansiado ascenso que tanto deseamos». Así de unánimes se muestras los pesos pesados del vestuario albinegro.