Estreno sobresaliente del Castellón en la Nova Creu Alta (0-2), de la mano de César Díaz, que necesitó apenas 45 minutos para justificar la espera, la insistencia y la fuerte inversión económica para traerle de vuelta. Gol de listo y asistencia ganadora para que los albinegros debuten a lo grande, incluso por encima de las expectativas generadas, en casa del Sabadell, equipo que, a priori, debe rondar la zona de play-off. Y los albinegros, ¿qué? Pues tres puntos más cerca de su objetivo, sea cual sea; el mínimo, una permanencia sin tantos agobios. El pasado ejercicio, el Castellón solo ganó un partido a domicilio... y fue mediada la segunda vuelta. Este año, a la primera salida.

César Díaz regresó el 14 de agosto, un mes después del inicio de la pretemporada y a menos de dos semanas para el arranque liguero. Solo pudo jugar el amistoso de Alcoi, pero dio la sensación de que apenas habían pasado unos días desde que su gol al Barcelona B dejara a los albinegros en Segunda B. El manchego sacó a relucir su olfato para anotar el 0-1, leyendo el fallo del central en el 0-1. Y al filo del intermedio, para burlar la vigilancia y servir a Rubén Díez, en bandeja de plata, el 0-2. El resto del partido fue un querer y no poder del Sabadell, con un Castellón al que no le disgustó ceder balón y campo a los locales, defendiendo, sin sobresaltos, salvo alguno que la salida de Rafa Gálvez, a 10 minutos del final, acabó de abortar. Un 0-2 que supone todo un aldabonazo en un grupo con tanto filial potente, en una jornada inaugural que dejó el batacazo en casa del Gimnàstic frente al recién ascendido Llagostera o el simple empate del Hércules ante otro que estrenaba categoría como el Prat, por poner solo dos ejemplos de proyectos millonarios.

CUATRO FICHAJES EN EL ONCE // Óscar Cano fue a lo seguro con un once que no cotizaba demasiado en las apuestas por su alto grado de probabilidad. Si acaso, desvelar si el granadino jugaría con sus dos delanteros disponibles o si sacrificaba a David Cubillas en beneficio de uno de los muchos extremos que tiene. A la postre, un 4-4-2, con el 9 y César Díaz, más Jorge Fernández y Rubén Díez por los costados. El resto, lo esperado: doble pivote para Carles Salvador y Josep Calavera, delante de una defensa conformada por los carrileros Joseba Muguruza y Víctor García, más Paco Regalón y Eneko Satrústegui.

Un dispositivo con el que el entrenador andaluz pretendía contrarrestar el fútbol combinativo y ambicioso de los arlequinados, todavía sin Manu Lanzarote ni Boris Garrós, dos hombres que darán un plus a los vallesanos pero que están fuera de forma.

El Sabadell monopolizó el esférico en los primeros ocho minutos. Pero el Castellón no ha perdido el gen competitivo al que se agarró para salvarse y, además, ha fichado jugadores que claramente subsanan evidentes carencias. Es un bloque que merece toda la confianza. Con el técnico de la pasada campaña y siete jugadores que ya estaban bajo sus órdenes, tenía mucho ganado.

Del minuto nueve al 16, los albinegros crearon más peligro que en la mayoría de partidos a domicilio de la pasada campaña. Ian Mackay acudió al rescate de los vallesanos tanto en un cabezazo de César Díaz como en un disparo de Jorge Fernández. Además, Paco Regalón rondó el gol. El 0-1 llegó en la recuperada conexión entre Muguruza y el delantero albaceteño, con la inestimable colaboración de Fernando Pajarero, que dejó al pichichi de la pasada campaña mano a mano con el portero, superándole sutil pero fructíferamente.

El Sabadell se rehizo y, metro a metro, fue ganando terreno ante un rival que plantó su trinchera en el balcón del área. Con todo, la sensación de peligro fue prácticamente nula; es más, la ocasión más nítida fue como consecuencia de una entrega envenenada del vasco a Álvaro Campos, que éste se sacudió de encima.

LA SENTENCIA // El descanso llamaba a la puerta con el 0-1 como un valioso tesoro cuando César Díaz hizo saltar en mil añicos el entramado de tres centrales del Sabadell para darle el gol hecho a Rubén Díez (min. 44). Y en el descuento, el de Villamalea casi aprovecha el lío del portero local para haber sentenciado definitivamente el estreno.

Antonio Hidalgo no se esperó ni un solo minuto más para agitar el partido con la entrada de dos futbolistas eléctricos, Aarón Rey y Aitor Pascual, que mejoraron el rendimiento colectivo ofensivo de los locales. Edgar Hernández, máximo realizador del Sabadell en la pretemporada, se topó con los enérgicos puños de Campos en el segundo minuto de la reanudación. Quitando esta acción, la verdad es que los orelluts se sentían cómodos siendo dominados, aunque a excepción de un momento en el que encadenó tres saques de esquina, prácticamente no volvió a asomarse a los dominios de Mackay.

MINUTOS DE SUFRIMIENTO // A la hora de partido, los arlequinados arreciaron sus acometidas. Regalón salvó el 1-2, tras una posible carga ilegal sobre el guardameta. Hubo un pelín de suerte poco después: la falta en la frontal de Edgar fue desviada por la barrera y engañando a Campos aunque, por fortuna, el balón no fue entre los tres palos. Un nuevo remate del 10 del conjunto vallesano llevó a Cano a meter a Gálvez por Calavera. Y ahí se acabó el Sabadell, que perdió toda la esperanza en discutir el claro triunfo.

Poco antes, el entrenador granadino ya había quitado al héroe del partido, que ha justificado la perseverancia del club en traerle de vuelta, además de ver recompensada su apuesta personal en un equipo en el que se desenvuelve como pez en el agua.

Una victoria que debe asentar todavía más al equipo y permitirle un mayor crecimiento. ¿Hasta dónde? Pues ya se verá: son tres puntos pero quedan 111...