Hubo un tiempo, hace muchas décadas, en que los británicos eran los putos amos del motociclismo. Ahora lo siguen siendo, pero de las carreras de motos clásicas, de viejos rockeros y abuelos de cuero. Ahora manda el Mediterráneo, aunque, de vez en cuando, los días en que el Mundial se pone en modo british, es decir, nubes, niebla, lluvia, les sale el campeón que llevan dentro.

Porque en esas condiciones no cuenta tener la mejor moto, ni siquiera una pata negra. No, ahí cuenta el acierto en la elección de las gomas, la determinación, no tener nada que perder y mucho que ganar, entrar en la historia.

Eso ocurrió ayer, en Brno, donde, en efecto, después de dos días de sol, apareció el diluvio y, ante 82.066 espectadores, valientes y fieles, dos británicos, uno jovencito, de 22 años, de nombre Johan McPhee y otro veterano, el gracioso del paddock, Cal Crutchlow, de 30 años, hicieron que sonase dos veces el Dios salve a la Reina.

“BAH, NO ES PARA TANTO” // Crutchlow, que lleva el número 35 y pilota una Honda satélite, rompió un montón de barreras. A él, todo eso le da igual. “Yo creía que esto de ganar tu primera carrera en el Mundial iba a ser la repera, una sensación única, pero no, no lo ha sido. ¿Por qué? ¡Ah, amigos! Porque hace tres semanas fui padre por vez primera. ¡Y eso sí fue un subidón! ¡Va por ti, pequeña y linda Willow!” Pues, mira, Cal, hacía 35 años que Inglaterra no ganaba en la categoría reina.

Para que se hagan una idea de lo que está siendo este Mundial, que lidera Marc Márquez con la peor Honda de los últimos 25 años, les contaré que antes de que el australiano Jack Miller (Honda, Assen), el italiano Andrea Iannone (Ducati, Austria) y el amigo Crutchlow (Honda, Brno) ganasen, los magníficos (Márquez, Rossi, Lorenzo y Pedrosa) habían dominado los 62 grandes premios anteriores. Y Crutchlow, campeón de Supersport con Yamaha en el 2008, se ha coronado convirtiendo en victoria su 10º podio en 98 carreras.

“Cal es todo corazón y el ejemplo de los tiempos que corren: no todo el mundo nace con una flor en el culo, no todo el mundo puede tener una moto pata negra para ganar”, dijo Óscar Haro, coordinador del equipo de Crutchlow, mientras se volvía loco de alegría porque esta es, también, la primera victoria del team de Lucio Cecchinello.

LA APUESTA DURA DE CAL // Llovía, la pista estaba mojada y Crutchlow fue el único que montó dos neumáticos duros. Y ganó. Como en su vida. Las Ducati, que volaron en el inicio en manada (Andrea Dovizioso, Andrea Iannone, Scott Redding y Héctor Barberá) llevaban blandos y se hundieron a mitad de carrera. Rossi (Yamaha) puso duro detrás, esperó y remontó hasta la 2ª plaza.

Marc Márquez (Honda) puso blando-blando: “Creí que, faltando 10 vueltas, podría hacer lo de Alemania: entrar, coger la moto de seco y ganarles... pero no”. Y, haciendo equilibrios, fue tercero. ¿Y Jorge Lorenzo? Se le desprendió, así, como lo leen, un trozo de neumático delantero. Y perdió, claro está. H