El fútbol provincial es pasión y también el orgullo de todo un pueblo. Sin embargo, las dificultades en el fútbol más modesto, agudizadas especialmente en el interior de Castellón, han llevado a la desaparición de clubes en algunos municipios con cierta tradición futbolística. Un claro ejemplo de esto se refleja en poblaciones como Segorbe, Sant Mateu o Catí, entre otras.

El caso de la entidad del Alto Palancia es el más asombroso. El Segorbe ascendió dos categorías de forma consecutiva, la segunda en los despachos, para plantarse en Tercera, donde tras una negativa campaña, consumó su descenso a Preferente. Tras la decepción, la junta directiva dimitió y nadie se hizo cargo de un equipo que tampoco iba especialmente boyante en la parcela económica.

La poca afluencia de aficionados en El Sisterre -en la localidad tira más el fútbol sala-, tampoco ha motivado a un interés para que un grupo de gestión se haga cargo del primer equipo, no así con el fútbol base, que sí que continúa compitiendo bajo el manto de una fundación.

El Catí es otro de grandes perjudicados. En este caso, el problema capital ha sido el despoblamiento de la zonas rurales de la provincia. A pesar de ese contexto, el conjunto del Santa Ana vivió una época gloriosa durante las últimas dos décadas, en las que incluso logró ascender en dos ocasiones a Preferente, la última en el año 2013, aunque nunca llegó a consolidarse en la élite del fútbol provincial.

El fútbol era uno de los alicientes más destacados de la población del Alt Maestrat, todo hasta que tres de los jugadores más destacados, también en cuanto a la gestión de la entidad, colgaron las botas y abandonaron el fútbol hace dos años. Esa fue precisamente una sentencia de muerte de la que Catí todavía no se ha repuesto, y es que no hay nadie en la localidad que quiera comprometerse con un nuevo proyecto.

La despoblación, clave

Otro de los equipos que echó el cierre en verano del 2016 fue el Sant Mateu. Nuevamente la falta de jugadores obligó a que el club hiciera marcha atrás cuando ya tenía cuerpo técnico y algunos futbolistas para competir en el curso 2016/17. La entidad, que llegó incluso a competir en Preferente años atrás, continúa existiendo, de hecho siguen jugando sus partidos algunos equipos del fútbol base.

La Llosa, Alfondeguilla, Tales, Canet Lo Roig, la Jana, Castellnovo, San Rafael del Río o Montanejos, último bastión de la comarca el Alto Mijares, también han perdido a su equipo de fútbol en la última década.