El Villarreal se ha instalado en esta recta final de la temporada en una especia de montaña rusa que tiene sus picos más altos cada domingo y cada jueves, coincidiendo con la cercanía de sus dos grandes retos: la cuarta plaza en la Liga y el regreso a la Champions y alcanzar su primera final en la Europa League. Tras la tensión torneo continental, llega la del torneo doméstico, donde los de Marcelino han sabido mantener una distancia más que considerable después de caer en el Pizjuán. Los rivales, Celta, Athletic y Sevilla, también han ayudado.

La visita mañana del Getafe puede convertirse en un paso casi definitivo para sellar el billete al primer torneo de la UEFA. Los tres puntos ante los azulones dejarían, como mínimo, al Villarreal con ocho puntos de margen a falta de seis jornadas. Los amarillos no quieren sorpresas. “No se pueden escapar los tres puntos. Para nosotros este próximo partido es toda una finalísima para atar la cuarta plaza”, apunta Manu Trigueros, que cree que el equipo ha sabido rehacerse de su momento más complicado, tras la dura derrota en Sevilla desperdiciando dos situaciones de ventaja. “La actitud ha sido muy positiva en los tres últimos partidos ante Barça, Eibar y Sparta”, recalca el centrocampista, uno de los hombres susceptible de entrar en las rotaciones mañana junto a Sergio Asenjo, Jaume Costa o Cédric Bakambu.

La resolución de este próximo domingo de Champions puede dejar las cosas ya muy claras en la cuarta plaza. Por delante, una jornada apasionante en la que la LFP ha unido a todos los candidatos, que escalonadamente irán perdiendo o ganado opciones. En teoría, el que lo tiene más fácil para seguir la estela de los amarillos es el Athletic, que recibe en casa al Rayo, aunque los de Valverde no son infalibles en casa: en los últimos cinco encuentros en San Mamés solo han podido sumar dos victorias. Peor pinta para el Celta y para el Sevilla, con complicadas visitas a dos estadios con tambores de guerra. Los del Molinón recibirán a los vigueses (a ocho puntos del Submarino) con la idea de escapar de las tres últimas plazas; los de Mestalla entonarán música de película de terror, con un Valencia que ante el Sevilla --el peor visitante de la Liga; aún no ha ganado fuera de casa--quiere ahuyentar la pesadilla de un posible descenso.

La jornada se presume taquicárdica y de nervios, aunque en esa guerra lleva ventaja un Villarreal que vislumbra la pelea a ocho puntos de distancia y puede acabar el domingo con una ventaja ya prácticamente insalvable. H