La de Filip Faletar, mediapunta de 18 años del Villarreal juvenil, es la historia de tantos y tantos jóvenes croatas cuyas familias debieron abandonar su país por culpa de la guerra. Sus padres eligieron Viena como punto de partida de una nueva vida, y allí nació Filip, que mantiene el vínculo con Croacia con temporadas veraniegas en Dubrovnik --una de las ciudades más castigadas por el conflicto bélico que asoló la antigua Yugoslavia durante la década de los 90-- y, por supuesto, con el fútbol. A pesar de que Austria también intentó convencerle para formar parte de sus selecciones inferiores, el jugador amarillo siempre lo ha tenido claro: “Nunca me he planteado defender a otra selección que no sea la de Croacia”.

Desde que Filip abandonó el Rapid de Viena para comenzar su aventura en España, su progresión no ha pasado desapercibida para los técnicos de la federación croata, siempre atentos a los hijos de la diáspora desperdigados por todos los rincones de Europa.

Antes de enrolarse en el Submarino, esta joven promesa fue tentado por clubs como el Atlético de Madrid, el Hertha de Berlín o el Schalke 04, pero su decisión de recalar en Vila-real “fue la acertada”. Aquí disfruta de un fútbol que se adapta perfectamente a su estilo, fijándose sobre todo en un referente, “Cani, el futbolista del actual Villarreal con el que más me identifico”. ¿Un sueño? “Debutar en Primera”. “Este club ha demostrado que sí apuesta realmente por los jóvenes”, afirma. H