El grupo que encabeza Vicente Montesinos suscribirá la próxima semana el porcentaje accionarial que corresponde al paquete de David Cruz y que supone un 70% del capital social actual del CD Castellón SAD. Con ello, los actuales gestores se convertirían en eventuales propietarios de la sociedad anónima, al controlar la mayoría accionarial.

La última junta general de accionistas aprobó, con el paquete accionarial de Cruz, la operación de reducción del capital social y la posterior ampliación en diferido del mismo, conservando las acciones vigentes, y emitiendo las nuevas, todas con un valor de 0,1 euros. El actual consejo marcó un mínimo de 500.000 euros en una primera fase que concluye el 6 de enero, de los que aproximadamente 350.000 corresponderían a la suscripción preferente de las acciones de Cruz.

La segunda fase de la ampliación, hasta los 905.000 euros del capital social marcado, puede suscribirse en un plazo máximo de cinco años reservándose esa potestad el consejo para marcar los tiempos de la misma.

la sutileza del presidente / Montesinos ha movido piezas hasta ahora con guante de terciopelo, intentando preservar esas cláusulas de confidencialidad que protegen el contrato secreto de cesión de las acciones por parte de Cruz. Esa discreción en los movimientos ha generado desconfianza en cuanto a la posible dependencia del grupo gestor del club a los intereses de David Cruz.

La única forma de despejar dudas es conseguir el control del CD Castellón con la ampliación, aunque todavía continúe la incertidumbre por la demanda abierta de García Osuna y Blasco a David Cruz por presunto incumplimiento del contrato de compraventa del 75% de las acciones del Castellón, precisamente casi el mismo que ha cedido el anterior presidente al grupo que capitanea Vicente Montesinos.

El club albinegro vive una enrevesada situación accionarial desde la salida de Castellnou y la venta de sus acciones a Cruz, con un proceso judicial en marcha, que se une al iniciado por Sentimiento Albinegro por administración desleal de la SAD contra Antoni Blasco y García Osuna.

Por ello, el plan que siempre ha tenido como prioritario el grupo de Montesinos era concluir con esa maraña liada por la dudosa propiedad legal del club orellut, con la que se han enfrentado todos los que han mostrado su interés en compra el club. Esa es la intención de esta peculiar operación de ampliación de capital diseñada por los asesores jurídicos de Montesinos. Y sobre ella pende la amenaza de la demanda sobre la propiedad de Osuna, quien a su vez tiene embargadas sus acciones como fianza por el juez en el proceso de Sentimiento Albinegro. Todo muy complicado.

¿Podrá aclararse el panorama del Castellón con la ampliación de capital? Esa es la pregunta del millón porque Osuna sigue manteniendo un cierto control, hasta resolución de demanda, sobre el club. Esa es la triste realidad.