De tres con el Espanyol (el rival de la ciudad), a tres con el Athletic, el rival de toda la vida en la Copa del Rey. El peor partido del Barcelona frente a los pericos fue, precisamente, el de apertura de la trilogía, del que solo arrancaron un empate (0-0) y del que se arrepentirán toda la vida porque, pese a la intensidad desmedida de los blanquiazules, los azulgranas creyeron que iban a ganar cuando se lo propusieran y como se lo propusieran. Y no fue así. Luego, sí, llegaron dos triunfos coperos.

Así que la trilogía frente al Athletic tiene, como reconoció ayer Luis Enrique, la impertinencia de volver a medirse tres veces en pocos días al mismo rival, pero tiene la gracia de que no hay que decirles nada a los jugadores “pues todos se acuerdan de que la goleada de San Mamés, rodeada de cosas raras, entre ellas la paliza del viaje de regreso de Tibilisi tras una final europea con prórroga y casi nulo descanso, fue la que nos impidió conquistar el sextete”.

Lucho, que se siente maravillosamente contento con la rápida adaptación de Arda Turan y Aleix Vidal, admite que ha llegado “el momento más bonito de la temporada”: “Aquel en que un entrenador como yo, con una fantástica plantilla, se ve capaz de afrontar todas las ilusiones y opciones de ganarlo todo al tener un grupo humano que le permite jugar a tope cada tres días”, destacó el preparador culé.

“QUE SE DIVIERTA” // Entre ellos, claro, está Neymar, que vuelve a medirse al mismo Athletic que le persiguió por todo el Camp Nou tras una lambretta (sombrero tras una espuela) a Bustinza en los minutos de la basura de la final copera, cuando el marcador ya era definitivo: 3-1. El asturiano reculó al hablar de ese incidente, que criticó aquella noche: “Voy a decirle a Ney que se divierta, que siga jugando como sabe, como es él. Eso es fútbol y él no hace nada despectivo. El defensa que trate de frenarlo, ahí está el árbitro para aplicar el reglamento”. H