Después de la tregua de las selecciones, regresa la Liga para el Madrid, contra el Levante en el Santiago Bernabéu (13.00 horas), con la necesidad de ganar y curar las heridas del último mes de competición, todavía abiertas, antes de visitar al Barcelona en una semana. El camino para terminar con la crisis puede arrancar ante el Levante, pero el final del túnel está más allá del clásico.

Lopetegui tiene mucho que perder y poco que ganar en la semana previa al Clásico. Las visitas al Bernabéu de Levante y Viktoria Pilsen (en Champions) son un mal negocio para el entrenador del Real Madrid, que puede llegar a Barcelona con un rejón de muerte clavado en la espalda si no gana con solvencia los dos partidos, y con una mejoría relativa, supeditada a lo que ocurra en el Clásico, aunque logre dos victorias convincentes.

Como reiteró Lopetegui, la temporada es larga y, pase lo que pase esta semana, el Real Madrid tendrá tiempo para remontar, reconducir la situación y pelear por los títulos a final de temporada. Sin embargo, si la mala dinámica (cuatro partidos sin marcar) se alarga hasta provocar damnificados, el entrenador ocupa el primer puesto del disparadero.

Los representantes de entrenadores sin empleo hacen su trabajo ante la posibilidad de que se quede vacío uno de los banquillos más cotizados. Lopetegui se aísla del ruido y recupera efectivos. Isco, que cayó enfermo de apendicitis antes de que se desencadenara la crisis en Sevilla, ya está de vuelta y apunta a titular, como Marcelo. Entre algodones siguen Bale y Benzema, pero el único descartado es Carvajal.