Rakuten es el nuevo espónsor principal del Barcelona. O lo será a partir del 1 de julio del 2017 cuando venza el contrato, la última renovación por un año con Qatar Airways que había negociado la junta. Suya será la camiseta de Messi y compañía durante cuatro temporadas, hasta el 2021, cuando expira el mandato de Josep Maria Bartomeu.

Rakuten aumenta sustancialmente la aportación del patrocinador oriental, pero no alcanza las pretensiones que esperaba conseguir el club, que se había establecido como referencia los 71 millones que cobra el Manchester United. El Barça cobrará 55 millones anuales, 10 menos de los previstos, que se verán incrementados por dos variables: 1,5 millones por cada título liguero que gane y 5 millones por cada Champions (en el mejor de los casos, el club percibirá 61,5 millones). «Con Qatar fuimos la mejor camiseta en su momento y ahora volvemos a estar al mismo nivel», aseguró Manel Arroyo, vicepresidente de medios y márketing, uno de los principales negociadores de la operación, que catalogó de larga y compleja por las dimensiones económicas que ha adquirido. Y larga porque ha durado mas de un año.

«Todo empezó en el verano del 2015, en una cena en casa del señor Hiroshi Mikitani en San Francisco, organizada por Gerard Piqué, un buen amigo suyo», desveló Bartomeu. Mikitani es el fundador de Rakuten, empresa nipona de servicios, principalmente de comercio on line, que nació en 1997. Es la más grande de su país y una de las mayores del mundo, con una facturación de 6,9 billones. Paralelamente a su expansión, ha ido ampliando sus vías de negocio, que abarcan desde la producción de contenidos digitales y márketing hasta la gestión bancaria. Posee un club de béisbol (Eagles de Sendai) y otro de fútbol (Vissel de Kobe).

El Barcelona se reserva, en cambio, la posibilidad de ceder las camisetas de los entrenamientos, la del fútbol base y la del equipo femenino para otros patrocinadores e incrementar así los ingresos de patrocinio hasta situarse al nivel del United. H