El Villarreal CF atraviesa por un momento preocupante. El conjunto amarillo sigue en caída libre, sumando un punto de los últimos 15 posibles, es decir, cuatro derrotas en los últimos cinco partidos, y se ha alejado de los puestos que dan acceso a participar en Europa la próxima temporada hasta los siete puntos.

Javi Calleja, entrenador del Submarino, es consciente de que las cosas no están saliéndole como es debido. Tras un muy buen arranque de temporada, los groguets no están dando la talla y a nadie se le escapa que la situación es preocupante.

El conjunto de la Plana Baixa está adoleciendo en las últimas jornadas de endeblez, de ser un equipo al que es fácil crearle peligro, marcarle con muy poco y robarle puntos... en ocasiones parece un equipo acomodado.

LOS PUNTOS DÉBILES

En especial, uno de sus principales problemas es su fragilidad defensiva. Pese a contar con buenos defensas, como la pareja de centrales internacional Albiol-Pau, así como dos excelentes porteros como Sergio Asenjo y Andrés Fernández, el Submarino recibe gran cantidad de goles, puesto que acumula 24 tantos en contra en 15 jornadas que se llevan disputadas, siendo el quinto de toda la Primera División que más goles recibe.

En especial, el repliegue defensivo y la recuperación tras pérdida son dos de las situaciones en las que más sufren los groguets.

A su vez, la falta de intensidad defensiva es otra de las principales razones por las que al Villarreal no le está funcionando el sistema defensivo.

TURNO PARA EL TÉCNICO

Es por ello que llega el momento en el que Calleja comience a tomar decisiones y vuelva a sacarle rendimiento al enorme potencial que tiene su plantilla. Mejorar el sistema defensivo, encontrar el equilibrio en el centro del campo, empezar a mover piezas del banquillo y que tomen protagonismo y que sus delanteros y resto de futbolistas ofensivos vuelvan a tener mordiente en ataque, las asignaturas de un entrenador madrileño que tiene una reválida importante en las dos próximas jornadas ante Atlético y Sevilla.