Mientras el Villarreal mantiene la puerta de entrada abierta con la prioridad de un mediocentro con experiencia en la Liga que mitigue la baja de Bruno y la saturación de minutos de Rodri, la de salida se resiste a echar definitivamente el cerrojo tras la marcha de Bakambu al fútbol chino en una operación que ha dejado en las arcas amarillas 37 millones de euros. «Hasta que el mercado esté abierto pueden haber movimientos», apuntó hace algunos días el consejero delegado del club amarillo, que a una semana del cierre del plazo de fichajes de invierno está a la expectativa de los últimos movimientos.

Las últimas amenazas para la estabilidad de la plantilla del Villarreal llegan desde Italia, donde ayer varios medios involucraban a jugadores groguets con contrato en vigor con posibles operaciones de última hora en el Calcio. Así, Calciomercato y Corriere Giallorosso, publicación vinculada con la Roma, apuntaban las opciones de Nicola Sansone y Mario Gaspar como posibles relevos de Dzeko y Emerson Palmieri, respectivamente, en el caso de que el Chelsea afronte finalmente los fichajes del delantero bosnio y el lateral italo-brasileño. Las otras alternativas a los dos amarillos en la agenda de Monchi serían el argentino del Tottenham Erik Lamela y el lateral de la Real Odriozola.

En el caso de Sansone, el abanico de posibles opciones en Italia aumenta, según estos medios. El Nápoles y la Lazio serían otros dos clubs de la Serie A interesados en la opción de repatriar al delantero del Submarino, actualmente recuperándose de una lesión.