Once días después, el Villarreal CF deja atrás su obligada hibernación. Lo hace, además, en el Estadio de la Cerámica (20.45 horas, beIN LaLiga), en un duelo directo. El Celta inicia el esprint final del Submarino, tres semanas en las que los amarillos todavía no renuncian a la quinta posición, confían en al menos mantener la sexta, cruzan los dedos para no caer a la séptima y, de ningún modo, quedar más atrás, lo que supondría decir adiós a la Europa League.

Aunque Javier Calleja dará este sábado la convocatoria, el madrileño descartó a Javi Fuego, aunque el largo parón le ha permitido recuperar a Daniele Bonera y, sobre todo, a Pablo Fornals. Protegido por una férula en su lastimada mano, el castellonense apunta a ser la única novedad en el once, en principio luchando por un puesto con Dani Raba. El resto, a priori, los mismos que vienen de imponerse, con más claridad de lo que indicó el 2-1 final, cerca de dos semanas atrás, al Leganés. O sea, con un Villarreal conservando su fisonomía de las últimas jornadas (4-2-3-1, con el rombo guardado en el cajón particular del preparador amarillo), sobre el que el Submarino ha basado su reacción vigente.

CINCO JORNADAS

El Submarino dispone de tres puntos de margen sobre la octava posición. La derrota de este viernes del Sevilla en el Ciutat de València (los nervionenses también tienen un partido pendiente) realza la trascendencia del encuentro para los amarillos que, en siete días, ante el Valencia, cerrarán la trilogía de encuentros encadenados en casa, antes de ir al Camp Nou y Riazor en la misma semana (9 y 13 de mayo), cerrando el presente ejercicio el 20 del mes que viene, en La Cerámica, contra el Real Madrid. Tres rivales, los últimos, que tienen la pinta de no jugarse gran cosa cuando les toque enfrentarse con los amarillos.

La quinta aventura consecutiva del Submarino en Europa pasa por amarrar los nueve puntos ante su público. Con ellos, teniendo en cuenta, además, ese bonus del encuentro pendiente, el pasaporte ya estaría prácticamente sellado. Nueve puntos que, salvo una sorpresa mayúscula, le permitiría evitar la séptima plaza... y la ronda previa, asegurándose un verano normal y sin prisas ni incertidumbres añadidas.

SIN ASPAS... Y CON PRESIÓN

El Celta no tiene mucho margen. En su caso, está a tres puntos del séptimo, aunque a falta de cuatro encuentros en vez de cinco. Los celestes comparecen en La Cerámica sin su mejor jugador, Iago Aspas, cuya influencia en el cuadro vigués va más allá de los 20 goles que suma. Nemanja Radoja y Facundo Roncaglia completan las bajas de Juan Carlos Unzué, aunque regresa Jonny.

El entrenador navarro, que había barajado la posibilidad de jugar con una defensa de tres, parece que aparca la fórmula y apuesta por un 4-4-2, con Brais Méndez, que estuvo en la cantera del Villarreal (en su época infantil y cadete) haciendo de Aspas.

El Celta, que no gana lejos de Balaídos desde hace tres meses, ha encajado un par de 5-0 en Vila-real en sus 11 visitas (además de un 4-1). Desde el 1-2 de la temporada 15/16 (por entonces, aún El Madrigal), el Submarino le tiene tomada la medida a los celestes, con una victoria y tres victorias amarillos en los últimos cara a cara (independientemente de donde se hayan enfrentado).